El Once Caldas cumplió con la tarea en casa y dio el primer golpe en la serie de octavos de final de la Copa Sudamericana. En un estadio Palogrande vibrante y con una hinchada que no dejó de alentar, el conjunto ‘albo’ se impuso 1-0 sobre Huracán gracias a la experiencia y precisión de Dayro Moreno, quien volvió a ser protagonista en noches internacionales.

Desde el pitazo inicial, el equipo dirigido por Hernán Darío ‘Arriero’ Herrera mostró sus intenciones: atacar y sacar ventaja como local. La presión alta y las constantes proyecciones por los costados generaron las primeras aproximaciones, pero la falta de puntería evitó que el marcador se moviera en los primeros minutos. Aun así, la sensación de peligro en el área rival era constante.
La tranquilidad de Dayro Moreno rompe el muro defensivo de Huracán.
Huracán, por su parte, parecía más preocupado por cerrar espacios que por proponer juego. El conjunto argentino se agrupó en su propio campo, intentando resistir las embestidas del ‘blanco’. Aunque logró irse al descanso con el arco en cero, su propuesta defensiva dejó pocas luces de una posible reacción ofensiva.
En la segunda mitad, Once Caldas salió con la misma determinación, pero esta vez la historia sería distinta. Una jugada que inició con presión en zona alta terminó en un contacto dentro del área que el juez central no dudó en sancionar como penal. Entre protestas de los jugadores de Huracán, Dayro Moreno tomó el balón con la tranquilidad que lo caracteriza.
El delantero manizaleño, ídolo de la afición, ejecutó desde los doce pasos con potencia y precisión, venciendo al guardameta y desatando la celebración en las gradas. Con el 1-0 a favor, Once Caldas se sintió más cómodo y manejó el partido a su antojo. El dominio en la posesión, que superó el 60%, reflejaba la superioridad del equipo local.
Huracán intentó adelantar sus líneas, pero careció de ideas y profundidad. Cada intento de ataque era rápidamente neutralizado por la defensa caldense, que se mostró sólida y ordenada. Incluso, el marcador pudo haber sido más amplio si Once hubiera concretado alguna de las opciones generadas en el tramo final.
El pitazo final confirmó la ventaja para el conjunto colombiano, que ahora viajará a territorio argentino con la ilusión intacta y la confianza de haber hecho un trabajo serio en casa. La diferencia es corta, pero suficiente para que el ‘blanco blanco’ dependa de sí mismo en busca de un lugar entre los ocho mejores del continente.
El partido de vuelta está programado para el próximo martes 19 de agosto, a las 5:00 p.m. (hora de Colombia). Allí, Once Caldas tendrá la misión de sostener la ventaja y, por qué no, sorprender nuevamente para seguir escribiendo su historia en la Copa Sudamericana.