La liberación de Diego Marín Buitrago, conocido como alias ‘Papá Pitufo’ y señalado como el cerebro detrás del contrabando en Colombia y uno de los principales lavadores de activos del país, ha desatado una tormenta política en Colombia. El presidente Gustavo Petro ha expresado su vehemente rechazo a la decisión del Supremo Tribunal de Justicia de Portugal de conceder un habeas corpus a Marín Buitrago, calificando la acción de «escandalosa» y sugiriendo oscuros intereses detrás de la medida.
La noticia de la liberación de ‘Papá Pitufo’ resonó con fuerza en las esferas del poder colombiano luego de que el propio presidente Petro utilizara su cuenta oficial en X para manifestar su indignación. «Hasta este punto llegó toda mi acción por capturar al mayor contrabandista de Colombia y, quizás, su principal lavador de activos», escribió el mandatario, revelando sus esfuerzos diplomáticos para asegurar la extradición de Marín Buitrago. Petro afirmó haber dialogado directamente con el presidente de España y con miembros de la Comisión Europea en Portugal, buscando garantizar que el «contrabandista» fuera entregado a la justicia colombiana.
Extradición en Vilo: La Furia de Petro por la Libertad de Marín Buitrago
La decisión del tribunal portugués, aunque concedió la libertad a Marín Buitrago, aclaró que esta no afecta el curso del proceso de extradición. Es decir, la solicitud de extradición por parte de Colombia podría reactivarse en el futuro si se deniega en firme la protección internacional que ‘Papá Pitufo’ habría buscado en territorio luso. Esta matización, sin embargo, no ha logrado apaciguar la furia del presidente colombiano.
En su arremetida pública, el presidente Petro no escatimó en señalar las que, a su parecer, son las «excusas» presentadas por el presunto criminal para justificar su libertad. «La excusa que presentó el contrabandista [es que ha sido] un perseguido del Presidente», afirmó Petro en su mensaje, desestimando de plano el argumento. El mandatario insistió en la legitimidad de la persecución judicial, declarando: «Claro que debía perseguirlo, porque es un gran criminal en Colombia y el mundo. Tiene orden de captura en Colombia».
«Cien Años de Soledad»: La Metáfora de la Indignación Presidencial
La indignación del presidente alcanzó un punto álgido cuando, en un tono que muchos interpretaron como una referencia a la obra cumbre de Gabriel García Márquez, manifestó: «Es un hecho que Colombia vive los Cien años de Soledad». Esta frase, cargada de simbolismo, sugiere un sentimiento de desesperanza y frustración ante lo que percibe como un revés en la lucha contra la impunidad y la criminalidad.
La crítica de Petro se dirigió directamente a los magistrados del tribunal portugués: «Rechazo esta conducta de los magistrados del tribunal de Portugal». El presidente colombiano planteó dos hipótesis que, de ser ciertas, podrían generar una crisis diplomática y judicial de gran envergadura. Primero, se preguntó si «no se le entregaron todas las pruebas que muestran las actividades ilícitas del contrabandista», insinuando una posible falla en la comunicación o presentación de la evidencia por parte de las autoridades colombianas o incluso una omisión deliberada por parte de la justicia portuguesa.
Petro Acusa a EE.UU. y Oposición de Conspiración
La segunda hipótesis planteada por el presidente es aún más grave y polémica: «No sé si hubo una negociación con el gobierno de EE.UU. que venía presionando una líder colombiana de la oposición con torvos intereses». Esta declaración, que vincula directamente a Estados Unidos y a una figura de la oposición colombiana con la liberación de ‘Papá Pitufo’, ha generado un revuelo inmediato y ha abierto un sinfín de interrogantes sobre posibles complots y agendas ocultas en este sonado caso.
La liberación de Diego Marín Buitrago plantea serias preguntas sobre la cooperación judicial internacional y la efectividad de los mecanismos de extradición. Mientras el gobierno colombiano insiste en la peligrosidad y el prontuario criminal de ‘Papá Pitufo’, la decisión del tribunal portugués ha encendido las alarmas sobre la complejidad de estos procesos y la posible interferencia de intereses políticos o económicos.
