Tras los primeros 15 días de implementación del plan de racionamiento de agua en Bogotá, el alcalde Carlos Fernando Galán ha confirmado que las medidas se mantendrán sin modificaciones. Esta decisión se basa en el análisis de los caudales, especialmente los provenientes del Chingaza, y en el cambio en la tendencia de consumo de los ciudadanos.
Durante este periodo de restricción, se ha logrado una reducción promedio del 10,72 % en el consumo de agua en la capital colombiana, lo que equivale a 2 metros cúbicos por segundo menos del consumo habitual. Este ahorro se traduce en un total de 2’472.000 metros cúbicos de agua por ciclo, lo que representa aproximadamente 10 veces la capacidad del lago del parque Simón Bolívar o 970 piscinas olímpicas.
El alcalde Galán destaca que, día a día, Bogotá ha logrado disminuir el consumo de agua en el segundo ciclo en comparación con el primero, lo que evidencia la efectividad de las medidas de restricción. No obstante, hace un llamado a la ciudadanía a seguir ahorrando agua y a los conjuntos residenciales a dejar de utilizar los tanques, ya que aún se observa un alto consumo.
En cuanto a las sanciones por desperdicio de agua, las autoridades han iniciado 175 procesos de multas después de recibir miles de llamadas de alerta sobre personas que malgastan agua en la calle. Este enfoque en la aplicación de la ley es parte de los esfuerzos del gobierno local para garantizar el cumplimiento de las medidas de ahorro de agua.
El alcalde también anunció que se están evaluando inversiones adicionales para aumentar la capacidad de tratamiento de agua y prevenir futuras situaciones de escasez. Estas medidas se sumarán a las acciones ya implementadas para asegurar un suministro sostenible de agua en la ciudad y proteger este recurso vital para todos los ciudadanos.
