Desde que se decretó la alerta amarilla en Bogotá por el riesgo de contagio de COVID-19, las llamadas atendidas por la línea 123 pasaron de 30 mil a más de 62 mil diarias. Esto refleja un aumento de 106 %, según lo confirmó el secretario de seguridad, convivencia y justicia, Hugo Acero Velásquez.
Asimismo, advirtió que al menos 100 personas serán sancionadas por “utilizar inadecuadamente el sistema de número único de seguridad y emergencia” tal y como está contemplado en el numeral 7 del artículo 35 del Código de Seguridad y Convivencia. Por ser un comportamiento contrario que afecta la norma, tiene un valor de $936.320.
El secretario puso en conocimiento que algunas empresas les están exigiendo a sus empleados que llamen a la Línea 123 a solicitar certificaciones de que están enfermos. También se ha presentado un alto número de llamadas bromas que serán sancionadas.
En este sentido, el Secretario hizo un llamado a toda la ciudadanía, “en especial a los empresarios, comerciantes y a toda la comunidad en general para hacer un buen uso de la Línea 123 y reportar casos de emergencias o eventos que afecten la seguridad, la integridad o la vida de los ciudadanos”, dijo Acero.
El funcionario recalcó que la Línea 123 no da certificados ni soportes ni incapacidades e insistió en recomendar a los que llaman de forma responsable a que sean pacientes con los tiempos de respuesta por parte de los operadores. En el caso de las familias, invitó a estar al tanto de los niños y adolescentes para que no hagan llamadas bromas al 123, porque se pueden exponer a las sanciones
económicas que impone el Código.
Además, recordó que la Línea 123 cuenta con profesionales debidamente entrenados y capacitados para atender a la ciudadanía y reiteró que si las personas tienen gripa, permanezcan en sus casas en aislamiento social, pero si tienen síntomas más graves, se comuniquen para ser atendidos por el Centro Regulador de Urgencias de la Secretaría de Salud.