Colombia vive momentos de alta tensión política y social, marcados por una ola de violencia en el suroccidente del país. En este contexto, el presidente de la republica, a través del ministro del Interior, Armando Benedetti, ha extendido una mano conciliadora a la oposición y a los expresidentes, en un intento por desescalar las confrontaciones y establecer un marco de diálogo.
Un llamado a la unidad: el presidente dispuesto a dialogar
En declaraciones ofrecidas este martes desde la Casa de Nariño, el ministro Benedetti subrayó la disposición del presidente de la República para entablar un diálogo directo con diversos actores políticos. «El presidente está dispuesto a reunirse con ellos directamente. También lo haría con los expresidentes. Estamos dispuestos a hablar con ellos, a bajar el tono, a concretar unas reglas mínimas, para que no termine pasando lo que quieren los violentos: que nos terminemos matando entre nosotros», afirmó el ministro. Esta declaración resalta la urgencia del Gobierno por fomentar un ambiente de entendimiento y evitar que las diferencias políticas degeneren en escenarios de mayor polarización y violencia.
Benedetti enfatizó la importancia de este acercamiento, reiterando: «Eso es clave. Estamos dispuestos a encontrarnos con los expresidentes, con los candidatos, con todo el mundo». Este llamado a la unidad busca sentar las bases para una discusión constructiva sobre los desafíos que enfrenta el país, en un momento crucial para la estabilidad democrática.
Movilización y consulta popular: la agenda en revisión
En otro punto de su intervención, el ministro del Interior abordó la posible participación del jefe de Estado en la Gran Concentración por la Paz y la Democracia, un evento programado para el miércoles 11 de junio en Cali, que busca apoyar la consulta popular. Benedetti indicó que la decisión sobre la asistencia del presidente a esta movilización se tomará tras una evaluación exhaustiva que se llevaría a cabo en la tarde de este martes en la Casa de Nariño. «Se está evaluando. Vamos a tener otra reunión y ahí se evaluará, y se comunicará de primera mano la decisión que se tomará», explicó. La expectativa sobre la presencia presidencial en este evento es alta, dado el simbolismo de su participación en un acto de apoyo a la consulta popular, un mecanismo crucial para la participación ciudadana en temas trascendentales para el país.
Respecto a la firma del decreto que convoca oficialmente a la consulta popular, el ministro Benedetti aclaró que no existe una vinculación directa entre este acto y la participación del presidente en la movilización de Cali. «Lo uno no tiene que ver con lo otro. Firmar el decreto se puede hacer en la Casa de Nariño. No tendría que ser en Cali. Lo que pasa es que siempre se ha querido que el decreto se firme ante la población y las personas que se van a beneficiar de los derechos laborales», precisó. Esta distinción subraya la autonomía de los procesos administrativos frente a los eventos de carácter público y político, aunque reconoce la importancia de la firma del decreto frente a la ciudadanía como un gesto de legitimidad y cercanía con la población.
Hipótesis sobre atentados: la sombra de la violencia
La jornada también estuvo marcada por una serie de atentados ocurridos este martes en el Valle del Cauca y el Cauca, hechos que generaron gran preocupación en el país. El ministro Benedetti se refirió a estos actos terroristas y reveló una hipótesis de las autoridades que los vincula con el atentado sufrido por el senador y precandidato Miguel Uribe Turbay el pasado sábado.
«Estoy hablando de hipótesis, de indicadores que nos han dado, de pruebas, de investigaciones, de valoraciones que se están haciendo, pero que aún no están completas, en las que pudiera pensarse que quien está poniendo las bombas hoy tiene que ver con el atentado del sábado», afirmó Benedetti. Esta hipótesis, que ha sido discutida en los tres consejos de seguridad realizados desde el sábado, apunta directamente a grupos criminales específicos. Según el ministro, «podría pensarse en Iván Mordisco, en las disidencias que son narcotraficantes y que además vienen complementándose con otros narcotraficantes internacionales».
El ministro hizo hincapié en que estas son «hipótesis de la Policía, de la Dirección Nacional de Inteligencia, de varias sesiones que hemos venido haciendo en el Consejo de Seguridad. Nosotros hemos hecho ya tres sesiones, en las que hemos completado unas 15 horas». La exhaustividad de estas reuniones de seguridad demuestra la seriedad con la que el Gobierno está abordando la creciente ola de violencia en la región.
