Presidente Petro rompe el silencio sobre Leyva y su «doble moral» de la oligarquía en Colombia.

Presidente Petro rompe

En una sorpresiva y extensa serie de publicaciones en su cuenta de X, el presidente Gustavo Petro arremetió contra una investigación publicada por el diario español El País y las recientes comunicaciones de su excanciller, Álvaro Leyva Durán, revelando detalles sobre el distanciamiento con su antiguo colaborador y acusaciones de una presunta conspiración para derrocar su gobierno. El mandatario colombiano se refirió directamente a las revelaciones del periodista Juan Diego Quesada en El País, en las que se insinuaba un complot fraguado desde Estados Unidos para desestabilizar su administración.

Petro inició su serie de mensajes explicando su decisión de responder públicamente: “He decidido responder cartas y unos hechos que aquí muestra el periodista Español (Juan Diego) Quesada en el diario El País”. El jefe de Estado abordó de inmediato la figura de Álvaro Leyva, a quien, según sus palabras, le ofreció la Cancillería por una consideración personal y sin cálculos políticos. “Le di el puesto de canciller a (Álvaro) Leyva, porque pensé sin ningún cálculo político que se lo merecía al final de su vida”, afirmó el presidente, expresando una profunda decepción por el giro de los acontecimientos.

Petro vs. Leyva: Choque de acusaciones y revelaciones

El presidente colombiano no escatimó en calificativos al referirse a Leyva, a quien acusó de injuria y venganza. “Durante meses he sido víctima de la injuria del señor Leyva, y quise simplemente responder a lo que consideraba un acto de venganza bárbaro, canalla, de alguien que simplemente había ayudado de corazón”, manifestó Petro, sugiriendo que las acciones de Leyva son una retribución por decisiones que no fueron de su agrado.

El presidente detalló los motivos de su ruptura con el excanciller, mencionando “pasos oscuros en la cancillería” como el caso de Thomas y Gregg, por el cual Leyva fue sancionado por la Procuraduría. Además, el mandatario reveló su rechazo a las intenciones de Leyva de que su hijo ocupara cargos diplomáticos. “Tampoco quise que su hijo, ocupase la cancillería o una embajada, como si la democracia fuera hereditaria”, enfatizó Petro, dejando clara su postura sobre el nepotismo.

La designación de Laura Sarabia y Armando Benedetti, figuras cercanas al presidente, fue, según Petro, un detonante del “odio” de Leyva. El mandatario también reveló que solo recientemente se enteró de una petición de Leyva a Benedetti, dirigida a él, de la cual no tenía conocimiento previo.

La «oligarquía» y el Estado como patrimonio: la visión de Petro.

Petro aprovechó para lanzar una dura crítica a lo que él denomina la “oligarquía”, a la que asocia directamente con Leyva. “El caso Leyva me hace pensar que la conducta de lo que llamo oligarquía, a la que indudablemente pertenece Leyva, es la doble moral, piensa el estado como hereditario, con derecho a negocios con el erario; es incapaz de establecer relaciones basadas en el respeto a la otra persona y a los argumentos, es una ingenuidad pensar que lo haría”, sentenció el presidente, sugiriendo que la clase política tradicional concibe el Estado como un patrimonio personal y no público. En este contexto, el presidente lamentó que “el acuerdo nacional se vuelve fantasmagoría y discurso. Traicionan, aunque siempre hay que insistir en el acuerdo y la paz”.

El presidente también expresó su desilusión respecto a la supuesta “vocación de paz” de Leyva. “Pensé engañado, que tenía una genuina vocación de paz”, escribió Petro. Sin embargo, en un giro revelador, el presidente afirmó que “Leyva en realidad no ayudó al proceso de paz del M19, pero se comprometió durante décadas al proceso con las FARC. Pensé que había sido perseguido por ello; hoy conociéndolo personalmente, creo que también buscaba otras cosas con la paz, menos santas”.

En otro punto álgido de su exposición, el presidente Petro abordó el controvertido proceso de licitación de los pasaportes en la Cancillería, acusando directamente de corrupción el proceso. “Estoy convencido que el proceso de licitación de los pasaportes en la cancillería estaba impregnado de corrupción desde sus inicios”, afirmó categóricamente. Según el mandatario, él mismo dio la orden en Consejo de Ministros de no continuar con la licitación porque “el pliego de condiciones ya determinaba al ganador”.

El «chisme de corredor» de Leyva, según Petro: Nuevos detalles de la ruptura.

Sin embargo, Petro señaló que Leyva “lo dejó avanzar demasiado, contrario a mi indicación, y cuando lo suspendió, cometió irregularidades que le costaron su vida pública”. El presidente también se refirió a las versiones de prensa sobre la presencia del hijo de Leyva en un hotel en el exterior, discutiendo sobre este tema. “Me disgustaba que en mis giras a eventos oficiales internacionales, siempre llegara su hijo a las comidas que hacía mi delegación. Eso no lo contó en sus cartas”, puntualizó Petro, añadiendo: “Pero debió contar la verdad y no sus suposiciones de chisme de corredor”.

El presidente también relató un incidente ocurrido durante su visita a Santiago de Chile, donde nuevamente apareció el hijo de Leyva. “En Santiago de Chile llegó Jorge, su hijo, a la comida que hicimos después de la reunión”, comentó Petro. El mandatario ironizó sobre las supuestas “suposiciones de chisme de corredor” de Leyva, quien, según él, habría interpretado ciertos comportamientos del presidente como “extraños” durante la conmemoración de los 50 años del golpe de Allende, donde Petro se emocionó hasta las lágrimas.

De la denuncia política a la escapada poética en Chile

Petro sugirió que las especulaciones de Leyva podrían deberse a su “adicción por la libertad”. El presidente reiteró su incomodidad con la presencia del hijo de Leyva en sus giras oficiales: “Su hijo no tenía por qué seguirnos en nuestras giras, no estaba bien, parecía un ‘lobbista’ de negocios aprovechando el cargo público de su padre”.

Finalmente, el presidente Petro cerró su narrativa sobre su viaje a Chile con una anécdota personal que contrasta con la tensión de sus acusaciones: “Confieso que con ayuda del presidente (Gabriel) Boric, me escapé y pude ir a Isla Negra, a casa de Pablo Neruda, cerca de Valparaíso. Me encantó Valparaíso donde los jóvenes en las librerías me saludaban y me encantó volver a comprar libros de Neruda y visitar su casa”. Este cierre, aparentemente ajeno a las denuncias, podría interpretarse como un intento del presidente de mostrar una faceta más personal y alejada de las intrigas políticas.

Las declaraciones del presidente Petro en X marcan un nuevo capítulo en la turbulenta relación entre el mandatario y su excanciller, y sin duda generarán un fuerte impacto en el panorama político colombiano, especialmente en medio de las especulaciones sobre posibles complots y la investigación periodística de El País.

By Cristian Duvan Muñoz Deportes

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