En el segundo Consejo de Seguridad de agosto, presidido por el alcalde César Augusto Salamanca, se dio a conocer un dato que, a primera vista, podría ser motivo de celebración: una reducción del 30% en el hurto de vehículos en la localidad. Según las autoridades, este descenso es un reflejo directo de las estrategias de seguridad implementadas recientemente.
Sin embargo, mientras las cifras oficiales muestran una mejora, en las calles, la sensación de inseguridad sigue siendo palpable. Muchos habitantes de la localidad se preguntan si esta reducción es real o si simplemente hay menos denuncias debido al engorroso proceso que implica hacerlo. “Denunciar se ha vuelto un trámite inútil, uno se siente desprotegido y prefiere no perder el tiempo”, comentó un vecino, escéptico ante las cifras.
La falta de confianza en el sistema de justicia y en la efectividad de las denuncias podría estar afectando las estadísticas. Aunque las autoridades presentan estos datos como un éxito, la realidad que viven los ciudadanos día a día parece contar una historia diferente. “La inseguridad sigue ahí, y cada vez más gente decide no denunciar porque piensan que no sirve de nada”, agregó otro residente de la zona.
El alcalde Salamanca, por su parte, insiste en que las estrategias de seguridad están dando resultados y que la reducción del 30% es un avance significativo. No obstante, el debate sobre si estas cifras reflejan verdaderamente una mejora o si simplemente están ocultando un problema mayor, sigue abierto. La comunidad sigue con dudas y el temor no ha disminuido.
Mientras tanto, la inseguridad continúa siendo un tema recurrente en las conversaciones diarias de los habitantes de la localidad. Aunque las estadísticas oficiales muestran un descenso, muchos vecinos sienten que aún queda mucho por hacer para que la sensación de seguridad sea una realidad para todos. La pregunta que queda en el aire es: ¿realmente estamos más seguros o solo estamos viendo una parte de la historia?.
Con la reducción de las denuncias, el reto para las autoridades es no solo mantener las cifras, sino también recuperar la confianza de los ciudadanos, quienes esperan que, más allá de los números, las calles sean realmente un lugar seguro para transitar.
Redacción: Jennifer Ardila – Periodista Emisora Suba Alternativa
