El regreso de Cristian Rodríguez y Federico Zeballos no pudo tener un mejor guion. El colombiano y el boliviano volvieron a compartir cancha en el Challenger de Lima y lo hicieron con una victoria sufrida, pero de esas que se celebran con el puño apretado. En su retorno al polvo de ladrillo peruano, la dupla demostró que la química sigue intacta, imponiéndose en los cuartos de final ante una pareja dura: el chileno Tomás Barrios y el argentino Facundo Mena. El duelo tuvo de todo: quiebres, nervios, y un cierre digno de thriller.
El encuentro arrancó cuesta arriba. Barrios y Mena se adelantaron temprano con un quiebre y amenazaron con ampliar la ventaja en varias oportunidades, pero Rodríguez y Zeballos resistieron con temple. Cuando parecía que el set se escapaba, reaccionaron a tiempo: rompieron el servicio en el décimo juego y llevaron todo al tie-break. Ahí apareció la versión más sólida del dúo cafetero-altiplánico, que con devoluciones agresivas y una lectura impecable del saque rival, se adueñaron del desempate por 7-6 (3). El primer paso estaba dado, pero la historia aún guardaba sobresaltos.
Super tie-break de garra y corazón
El segundo parcial fue un golpe de realidad. Los australes cambiaron el ritmo, aprovecharon errores no forzados y pasaron por encima con un 6-2 que equilibró el marcador. Rodríguez y Zeballos, lejos de desmoronarse, entendieron que era momento de resetear la cabeza. Lo hicieron justo a tiempo para afrontar el super tie-break con otra actitud. Desde el primer punto mostraron concentración total y una efectividad letal. En apenas unos minutos, tomaron una ventaja amplia que ya no soltaron. El marcador final, 10-2, reflejó una superioridad absoluta en el momento más decisivo.
Con la victoria, que se selló tras una hora y 40 minutos de juego, Cristian Rodríguez y Federico Zeballos firmaron su pase a semifinales del Challenger de Lima. El triunfo no solo marca su retorno triunfal a la competencia, sino también un mensaje claro: siguen siendo una dupla a tener en cuenta en el circuito. Ahora, el siguiente desafío será ante los locales Arklon Huertas del Pino y el uruguayo Ignacio Carou, un duelo que promete intensidad y espectáculo. Si mantienen el nivel mostrado en el super tie-break, el sueño de la final está más vivo que nunca.
