En un movimiento estratégico que busca revolucionar la eficiencia y el acceso a medicamentos en el sistema de salud colombiano, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ha dado luz verde a nueve Entidades Promotoras de Salud (EPS) intervenidas para llevar a cabo la negociación conjunta y directa de medicamentos con los agentes farmacéuticos. Esta autorización, sin precedentes en su alcance, pretende robustecer el poder de negociación de estas EPS, con la promesa de traducir esta fortaleza en mejores precios para la adquisición de fármacos y, lo que es más crucial, en una entrega más eficiente y oportuna a los pacientes.
La decisión de la SIC, comunicada oficialmente, subraya un objetivo primordial: «que los pacientes reciban los medicamentos a tiempo y de manera adecuada, logrando así un mejoramiento en los niveles de prestación en los servicios de atención en salud, como consecuencia de la reducción de las quejas que se han venido presentando por situaciones de incumplimiento en la entrega de medicamentos». Este acuerdo no solo aspira a optimizar la cadena de suministro, sino también a mitigar una de las principales problemáticas que aquejan a los usuarios del sistema de salud: el desabastecimiento de algunos medicamentos y tecnologías en salud, un flagelo que ha generado inconformidad y afectado la calidad de vida de los pacientes.
Tres Etapas Estratégicas para una Negociación Integral
El acuerdo de negociación conjunta, que tendrá una duración inicial de un año prorrogable por un año adicional, se desarrollará en tres etapas fundamentales, diseñadas para abordar de manera sistemática los distintos tipos de insumos médicos:
- Negociación de los medicamentos de alto costo: Enfocada en aquellos fármacos que representan una carga financiera significativa para el sistema.
- Negociación de dispositivos médicos: Incluirá productos esenciales como pañales desechables y alimentos de propósito médico especial, vitales para el cuidado de poblaciones específicas.
- Negociación de medicamentos genéricos o de bajo costo con alto volumen de consumo: Esta etapa buscará eficiencias en la adquisición de fármacos de uso masivo, donde incluso pequeñas reducciones de precio pueden generar grandes ahorros.
La SIC ha sido enfática en precisar que, si bien las negociaciones se realizarán de manera conjunta, los contratos para la adquisición y distribución de medicamentos se formalizarán de manera individual por cada EPS con los agentes farmacéuticos. Esto implica que, aunque se beneficien de un poder de negociación colectivo, cada EPS será responsable tanto de los pagos a los proveedores farmacéuticos como del cumplimiento oportuno de la atención a sus afiliados. Esta diferenciación busca mantener la rendición de cuentas individual y la responsabilidad directa de cada entidad.
Ahorros Proyectados y Mejora en la Prestación de Servicios
Más allá de los beneficios directos para los pacientes, esta iniciativa tiene un componente financiero crucial. Las EPS intervenidas buscarán activamente reducir los costos en la compra de medicamentos, generando un ahorro que, idealmente, podrá ser utilizado para cubrir deudas pasadas y prevenir futuros pasivos. Este ahorro es vital para la sostenibilidad financiera de estas entidades y, por extensión, del sistema de salud en general.
Además, la optimización en la adquisición de medicamentos podría permitir a las EPS reorientar recursos hacia la mejora de otros servicios de salud y la implementación de estrategias que generen eficiencias adicionales en su prestación. Esto podría traducirse en una mejor infraestructura, tecnología avanzada o programas de atención al paciente, fortaleciendo el sistema desde diversas aristas.
Riguroso Seguimiento y Transparencia en el Mercado
Consciente de la magnitud y el impacto de este acuerdo, la Superintendencia de Industria y Comercio ha establecido un sistema de seguimiento y vigilancia riguroso para asegurar su correcta ejecución. Esta metodología se articula en tres pilares fundamentales:
- Vigilancia de la negociación en bloque y la compra individual de medicamentos: Para garantizar que los términos pactados se reflejen en los contratos y adquisiciones.
- Seguimiento de las eficiencias operativas: Mediante la formulación de indicadores específicos para medir el cumplimiento en las entregas de medicamentos a los pacientes, abordando directamente una de las principales quejas.
- Revisión de las eficiencias financieras: A través de indicadores definidos para determinar la reducción efectiva en los costos de los medicamentos.
La SIC también ha emitido recomendaciones claras a todos los agentes del mercado en salud, con el fin de asegurar el cumplimiento de las normas de competencia y promover un ambiente de libre y sana competencia en el sector. Se ha enfatizado que «la negociación se debe realizar de manera transparente y objetiva» y, en un gesto de apertura, la entidad ha señalado que «cualquier EPS diferente a las intervenidas puede hacer parte de esta negociación en bloque y obtener los beneficios que se deriven del acuerdo», extendiendo así la posibilidad de beneficios a otras entidades del sistema.
Precedentes y Avales Clave
La aprobación de este acuerdo por parte de la Superintendencia se fundamenta en una cuidadosa evaluación de tres elementos esenciales:
- Los conceptos técnicos de viabilidad emitidos por la Superintendencia Nacional de Salud y el Ministerio de Salud, lo que valida la coherencia de la medida con las políticas y la realidad del sector.
- Los precedentes de la Autoridad de Competencia Colombiana en la autorización de acuerdos exceptuados en la Ley 155 de 1959, específicamente en sectores como vivienda y textil, lo que demuestra la viabilidad legal y regulatoria de este tipo de negociaciones conjuntas.
- Las experiencias internacionales exitosas en las que se ha utilizado este mecanismo de compra de medicamentos en bloque, como Países Bajos, China y México, lo que aporta un respaldo global a la estrategia.
Este acuerdo marca un punto de inflexión en la gestión de la salud en Colombia, prometiendo no solo ahorros significativos y una mayor eficiencia, sino también, y lo más importante, una mejora sustancial en la calidad de la atención y el acceso a medicamentos para millones de colombianos.
