A las 12:00 de la madrugada de este domingo 28 de febrero, desde la ciudad de Medellín, fue confirmada la muerte del ‘Jilguero de América’, Jorge Oñate. El cantante venía presentando complicaciones en su salud por las secuelas del Covid-19 donde le generó afecciones respiratorias y problemas renales.
Jorge Antonio Oñate, su hijo, fue quien confirmó la noticia a través de su cuenta de Instagram compartiendo una imagen donde aparece siendo un bebé al lado de su padre, quien lo mira fijamente
La Emisora Suba Alternativa lamenta el fallecimiento del gran maestro Jorge Oñate, quien se despidió del mundo terrenal, dejando una huella imborrable y siendo reconocido por sus innumerables canciones y composiciones que han acompañado a varias generaciones en el país.
La triste noticia enluta al mundo del vallenato y a Colombia, donde sus inspirados éxitos marcaron épocas y páginas gloriosas del folclor nacional. Temas como El cariño de mi pueblo, Volví a llorar, Nido de Amor y Mujer Marchita están impresos en la memoria sonora de los amantes del género musical.
Se ha ido un grande
Jorge Oñate era una de las leyendas del folclor vallenato, considerado como uno de los más grandes exponentes de la mano de Diomedes Díaz, Poncho Zuleta y Rafael Orozco. De hecho, durante el 2020, el Festival de la Leyenda Vallenata le rindió homenaje. Son más de 25 Discos de Oro y 7 de Platino, los que sumó en su larga trayectoria.
Ganó en cinco ocasiones el Congo de Oro, premio otorgado en el Festival de Orquestas del Carnaval de Barranquilla y fue considerado como uno de los cantantes de vallenato más importantes junto a Diomedes Díaz y Rafael Orozco.
En el 2010 obtuvo un reconocimiento en los Grammy Latinos denominado ‘Premio a la Excelencia Musical’, por una carrera de más de 50 años en la que fue compositor y cantante de éxitos del vallenato como ‘Nunca comprendí tu amor’, ‘Calma mi melancolía’, ‘Nací para quererte’, entre otros.
Jorge Antonio Oñate González nació el 31 de marzo de 1949 en Villa de la Paz. Desde muy niño se caracterizó por su sensibilidad y habilidad para el canto. Descendiente de una cuna de acordeoneros, a los 12 años, cuentan, se volaba para colarse en las parradas y escuchar a los juglares.