El sector religioso en Bogotá aporta mensualmente cerca de 1,7 millones de atenciones representadas en ayudas humanitarias, acciones para el fomento del empleo y apoyo espiritual, lo que asciende cada año a $1,8 billones destinados a su tarea de apoyo voluntario a la comunidad y promoción de la solidaridad con las personas más necesitadas de la ciudad.
Así concluyó un estudio técnico liderado por la Secretaría Distrital de Gobierno, con el apoyo de docentes e investigadores de la Mesa Técnica de Universidades del Hecho Religioso, integrada por las universidades Nacional, San Buenaventura, Javeriana, de la Sabana, La Salle, UNAD, Minuto de Dios, Santo Tomás y el Observatorio Arquidiocesano de la Arquidiócesis de Bogotá.
Esta información, que por primera vez se cuantifica en la ciudad, se recaudó luego de 24 reuniones con 83 entidades del sector religioso, que representan cerca de 1.053 lugares de culto de Bogotá, más de la mitad de los que están registrados en la estrategia de reapertura tras la pandemia.
En los encuentros se indagó sobre tres grandes categorías de la gestión que adelanta el sector religioso de manera voluntaria y gratuita: ahorro social; fomento del empleo, emprendimiento e impulso económico; aporte psicológico y espiritual.
El secretario de Gobierno, Felipe Jiménez Ángel, indicó que “el trabajo conjunto entre el Distrito y el sector religioso hoy permite destacar este valioso aporte social que las organizaciones, iglesias, denominaciones, entidades sin ánimo de lucro y confesiones religiosas vienen haciendo a la ciudad, y que especialmente durante las cuarentenas fue de gran apoyo para atender a la población más vulnerable”.
Esas necesidades de los últimos dos años, que se agudizaron en todo el país por cuenta de la pandemia, llevaron a Daniel Saldarriaga Molina, sacerdote de la Arquidiócesis de Bogotá y director del Banco de Alimentos, a aumentar las cantidades entregadas en la ciudad: “Entre 2015 y 2019 movíamos 14 millones de kilos. Pero en 2020 llegamos a casi 30 millones y en 2021, a 18,5 millones”.
El ahorro social, que cada mes asciende a 1,5 millones de ayudas, se ve reflejado en entregas de mercados, apoyo a la equidad de género, atención al migrante y víctimas de desplazamiento; ayudas a personas con problemas de adicción; habitantes de calle; programas deportivos y para el adulto mayor, entre otros.
Se identificaron más de 20 mil acciones mensuales encaminadas en fomentar el empleo, el emprendimiento y el impulso económico en la ciudad, al tiempo que más de 143 mil personas al mes acuden a recibir soporte psicológico y espiritual.
“Estas ayudas son entregadas a familias de escasos recursos, pero también hacen parte otros grupos poblacionales como desmovilizadas de grupos armados ilegales y personas privadas de la libertad: actualmente en La Picota, La Modelo y El Buen Pastor atendemos cerca de 2.300 internos, junto con sus familias”, señaló Alejandro Rodríguez, del Centro Mundial de Avivamiento.
La ONG Adra, vinculada a la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Colombia, tiene líneas de atención que incluyen la atención al migrante, servicios de salud, laboratorio, subsidios alimentarios y de educación para niños, según manifestó su director, Jair Flórez, quien resaltó que “la población beneficiaria es a nivel nacional. Sin embargo, aquí en Bogotá estamos concentrados en la zona sur, específicamente en la localidad de Ciudad Bolívar y todos sus barrios aledaños”.
Además de ayudar a miembros de su comunidad, la Iglesia El Lugar de su Presencia, según el pastor Henry Pabón, también se ha vinculado con hospitales y colegios en temas sociales; mientras que John Gallego, de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, reveló que su congregación se enfoca en situaciones de emergencia y en donación de sillas de ruedas y kits para estudiantes.
Para lograr la articulación de todas estas buenas voluntades, la Secretaría de Gobierno, a través de la subdirección de Libertad Religiosa y de Conciencia, seguirá trabajando para que todo el sector religioso de la ciudad, junto con representantes de la academia y en coordinación con la oferta institucional de la administración Distrital, siga brindando este importante apoyo a la población más vulnerable de la ciudad.
