La solidaridad social con los animales establecida en la Ley 1774 de 2016, mediante la cual, entre otras disposiciones se establece que estos no son cosas y por ello se reconocen como seres sintientes, menciona que el Estado y la sociedad en su conjunto tienen la obligación de asistir y proteger a los animales a través de acciones efectivas frente a situaciones que pongan en peligro su vida, su salud o su integridad física, tomando parte activa en la prevención y eliminación del maltrato, la crueldad y la violencia y denunciando a los presuntos infractores.
Dicha corresponsabilidad es asumida de manera ejemplar por algunos que, en su labor como rescatistas y proteccionistas inciden directamente en la protección y el bienestar de decenas de animales que encuentran en ellos una segunda oportunidad.
Por esto, ciudadanas que hacen parte del equipo del Semillero de Género del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), desarrollaron un documento para el reconocimiento de las labores de cuidado que realizan las mujeres rescatista y proteccionistas de la localidad de Bosa.
“Se evidencia que la labor de las proteccionistas no tiene el reconocimiento que amerita su labor, la cual demanda una alta dedicación de tiempo a rescatar y cuidar animales, con una incidencia en costos económicos que provienen de recursos propios, lo que dificulta aún más la provisión de todo lo que se requieren y obliga a la gestión de ayudas, especialmente de la comunidad, porque es una labor que desempeñan desde el amor y el respeto brindándole a estos animales segundas oportunidades”, explicó Andrea Paola Acosta, médica veterinaria del IDPYBA.
Las personas que participaron en la encuesta manifestaron que el cuidado animal es desgastante tanto física como emocionalmente y, por tanto, sería importante contar con más apoyo, en especial económico, ya que esta labor altruista absorbe la mayoría de su tiempo restándole oportunidad a la ejecución de otras actividades que también requieren de su atención.
En la mayoría de los casos el trabajo proteccionista es realizado de manera empírica, de hecho, la mayoría de quienes ejecutan dicha labor no cuenta con formación académica en niveles profesionales. En los casos en que existe alguna titulación rara vez esta coincide con áreas de la salud animal.
Por otra parte, las semilleristas resaltan que son las mujeres quienes en su mayoría se dedican a tan ejemplar tarea que a algunas personas hace sentir amenazada por conflictos con vecinos y comunidad asociados a convivencia, dada la falta de empatía que muchos demuestran con los animales.
El estudio revela que una de las causas más comunes de atención a animales es el abandono, siendo el factor más visible la carencia de recursos que hace que muchos “desechen a sus animales”, también, la falta de conocimiento de pautas de crianza que les permita educarlos, pues en ocasiones por dicha incapacidad los animales resultan sometidos a una tenencia irresponsable o en condición de calle.
Finalmente, las personas encuestadas resaltaron la importancia de las jornadas de esterilización y vacunación que coordinan con el IDPYBA, que reportó para el año 2021 a través de la estrategia CES (Captura, Esteriliza y Suelta) la esterilización de 15.008 animales entre perros y gatos en 260 jornadas; 3.842 en los puntos fijos establecidos en cuatro zonas de la ciudad – Centro Oriente, Sur, Occidente y Norte-; 7.527 a través de jornadas especiales de protección con unidades móviles quirúrgicas en territorio; 1.721 en puntos priorizados o críticos de la ciudad que han sido identificados con las redes de proteccionistas, comunidad, las organizaciones defensoras de animales y las redes locales de protección animal.
También fueron esterilizados 835 animales en condición de vulnerabilidad y 83 en el punto fijo de la Unidad de Cuidado Animal (UCA) del IDPYBA, fuera de los beneficios para los animales adquiridos a través del programa de Brigadas Médicas.