Semillero Fibrarte de Areandina le apuesta al diseño con impacto social

Semillero Fibrarte de Areandina le apuesta al diseño con impacto social

¿Cómo lograr transmitir el conocimiento sobre moda y hacer que un proyecto se convierta en una investigación que genere empleos? El semillero Fibrarte del programa de Diseño de Modas de la Fundación Universitaria del Área Andina logró abrir un nuevo camino para una fundación en Bogotá que ayuda a más de 20 personas en condición de discapacidad.

Más allá del diseño, de la costura y de la barrera del lenguaje, el semillero de investigación Fibrarte liderado por la docente de Areandina, Lida Lora, logró impactar en una comunidad que necesitaba de capacitación para terminar de darle forma al sueño de producir sus propios diseños.

La Fundación Pones, que apoya a personas con discapacidad o con necesidades especiales y que cuenta con hombres y mujeres sordos o con síndrome de Down, “tuvo un primer acercamiento en el que le mostraron al semillero que estaban aprendiendo a tejer en dos agujas y a hacer monederos con pedazos de cuero que les regalaban”, contó Lora. En ese momento la docente vio que ellos podían ayudar a una comunidad que tenía las ganas de trabajar pero que solo necesitaban un aliado adecuado.

Semillero Fibrarte de Areandina le apuesta al diseño con impacto social
Semillero Fibrarte de Areandina le apuesta al diseño con impacto social

La idea inicial fue de la estudiante guajira Daviana Carolina Barros Toro, quien conoció la fundación y al tener más contacto con quienes la integran, logró tener una afinidad que iba más allá de la demostración de afecto, de abrazos, de ingenuidad, de la limitación de escuchar y de las capacidades de aprendizaje. Barros tuvo la idea de desarrollar un lenguaje diferente al de señas para enseñarles a emprender por medio de la confección.

Así nació ‘Música en tus manos’, una forma de comunicación donde los sonidos se emiten a través del tacto. Gracias a esto, Barros encontró una oportunidad de potenciar las capacidades de las personas de la fundación y poner en práctica muchas técnicas aprendidas en el semillero de investigación liderado por Lora.

Con la puerta abierta, la misma estudiante se encargó de desarrollar durante un año, una investigación dirigida a la transmisión de conocimiento de diseño y confección con impacto social.

Para la docente este proyecto fue más que un reto para Diseño de Modas, pues despertó el aspecto social de sus estudiantes. Por ejemplo, durante el año que duró esta investigación, la estudiante que la lideró “le colocó signos a los movimientos para coser en máquinas porque les habían donado máquinas y aún no las sabían usar. Ella generó un lenguaje para decir así se usa la máquina de coser, suba la aguja o bájela y ahora Pones ya es un grupo autosostenible”, explicó Lora.

‘Música en tus manos’ se desarrolló en el barrio 20 de julio, de donde es la fundación, y duró un año completo en el que la estudiante de Areandina no solo desarrolló un lenguaje para explicarles cómo coser sino también, patrones de costura en consenso con ellos para que comenzaran a desarrollar sus propias colecciones, más conscientes del trabajo que estaban haciendo y lo que esto representaba para su vida.

“Imaginar, enseñar confección sin hablar sino a través de señas y otras formas de comunicación se convirtió en un reto para el semillero”, contó Daviana Barros.

“Ellos durante ese año hicieron tapetes, bufandas, ropa, una cantidad de cosas en las que los acompañamos para que ellos finalmente pudieran vender y tener una entrada mejor porque finalmente es un trabajo para ellos. De hecho, ahora queremos extenderlo con una nueva estudiante que les enseñe un módulo nuevo en el proyecto”, agregó Lora.

Ahora, cuando hay eventos en Areandina del programa de Diseño de Moda, las personas de Pones vienen y ayudan con capacitaciones -a punta de señas- con los grupos de la Tercera Edad que se encuentran desarrollando programas similares de costura.

Fibrarte es el semillero de investigación del programa de Diseño de Modas, que inicialmente buscaba rescatar la tradición ancestral artesanal de Colombia y ahora, tras varios años de visitar diferentes comunidades, se ha dedicado además a la transmisión de conocimiento como por ejemplo, para tinturar telas o pieles donde ellos sabían la técnica inicial pero no la que los podía ayudar a terminar el producto y finalmente, poder venderlo.

By Wilson Castiblanco

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