En Tibú, Norte de Santander, los niños, niñas y jóvenes de la subregión del Catatumbo están próximos a estrenar un megacolegio que cambiará sus vidas. Se trata de una obra educativa de la Fundación Pies Descalzos, que llega como un símbolo de esperanza en una de las zonas más golpeadas históricamente por el conflicto armado en Colombia.
La institución, construida sobre un lote de 30.000 metros cuadrados donado por Ecopetrol, cuenta con más de 6.200 metros cuadrados de infraestructura moderna. El espacio ha sido concebido como un parque pedagógico, ecológico y cultural que beneficiará a más de 900 estudiantes de todos los niveles escolares.
El colegio dispondrá de 34 aulas, laboratorios de física y química, biblioteca, sala de bilingüismo, aula de tecnología, talleres de artes y música, además de espacios polivalentes. También contará con zonas deportivas y recreativas que incluyen cancha de fútbol, canchas múltiples, pista de patinaje y juegos infantiles.
Más allá de la infraestructura, la construcción generó cerca de 160 empleos directos e indirectos, lo que dinamizó la economía local y fortaleció el tejido comunitario.
La inauguración oficial será anunciada próximamente, pero desde ya este proyecto representa una apuesta concreta por la transformación social a través de la educación, convirtiéndose en un referente de oportunidades para la niñez y juventud del Catatumbo.
