En un preocupante aumento del 50 por ciento en comparación con años anteriores, Suba se ha convertido en el epicentro del hurto a personas en la capital de la república. Con un total de 4.590 casos reportados durante el año 2024, la comunidad se ve afectada por una ola de delitos que atentan contra la seguridad ciudadana.
Los datos revelan que los hurtos de celulares son los delitos más frecuentes en Suba, representando una gran parte de los casos registrados. Esta tendencia alarmante ha generado un clima de inseguridad entre los habitantes del sector, quienes ven cómo cinco hurtos se cometen diariamente en la zona.
La situación se torna aún más preocupante al observar la frecuencia con la que se perpetran estos actos delictivos. Con un promedio de cinco hurtos al día, los residentes de Suba viven con el temor constante de convertirse en víctimas de la delincuencia, lo que ha generado un ambiente de desconfianza y zozobra en la comunidad.
Las autoridades locales han intensificado sus esfuerzos para combatir esta ola de robos, implementando estrategias de seguridad y patrullaje en las zonas más vulnerables. Sin embargo, el desafío persiste y se requiere una acción coordinada entre la policía, los ciudadanos y las autoridades para frenar esta escalada delictiva que afecta a Suba.
Ante este panorama desalentador, los habitantes de Suba claman por medidas más contundentes y efectivas para garantizar su seguridad y proteger sus bienes. La necesidad de una respuesta integral y sostenida se hace evidente, con el objetivo de disminuir la incidencia delictiva y devolver la tranquilidad a la comunidad.
El incremento exponencial de los casos de hurto a personas en Suba no solo representa una amenaza para la seguridad individual, sino que también impacta en la calidad de vida y el desarrollo social de la zona. Es imperativo que se tomen acciones urgentes y eficaces para revertir esta tendencia y brindar a los ciudadanos la protección y la paz que merecen.