El robo de tapas de alcantarillado, cableado y medidores ha alcanzado cifras preocupantes, con un incremento de 1.455 casos en comparación con años anteriores. Este aumento ha generado una gran preocupación entre las autoridades y las empresas de servicios públicos, que alertan sobre las consecuencias que estos delitos tienen para la infraestructura y la seguridad de la ciudad.
Según un informe reciente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (Eaab), Suba se posiciona como el segundo lugar con más hurtos de tapas de pozos de alcantarillado y medidores. Este fenómeno no solo afecta a la empresa, sino que también repercute en los usuarios, quienes ven cómo sus recursos se ven comprometidos por la delincuencia que ataca bienes públicos.
Durante el primer semestre de 2024, se reportaron 6.993 robos de medidores de agua y 1.869 tapas que protegen los pozos del sistema de alcantarillado. Estos hurtos han obligado a la Eaab a desembolsar más de $1.800 millones para reemplazar los elementos robados y reparar los daños causados. La magnitud del problema es tal que se ha convertido en una carga económica significativa para la empresa.
La falta de tapas en las vías no solo representa una pérdida económica, sino que también pone en riesgo la vida e integridad de los ciudadanos. La Eaab ha advertido que estas ausencias generan condiciones peligrosas en las calles, afectando la movilidad y aumentando el riesgo de accidentes para peatones y vehículos.
Las comunidades afectadas han expresado su preocupación por la situación, ya que el robo de estos elementos impacta directamente en su calidad de vida. Los residentes han solicitado una mayor vigilancia y acciones contundentes por parte de las autoridades para frenar esta ola de delincuencia que afecta a la infraestructura pública.
Ante este panorama, es urgente que se implementen estrategias efectivas para combatir el hurto de bienes públicos en Bogotá. La colaboración entre la comunidad, las empresas de servicios y las autoridades locales es fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos, así como para proteger los recursos destinados al mantenimiento de la ciudad.