En lo alto de los cerros de la localidad de Suba, el sector de Bellavista Casa Blanca comienza a escribir una nueva historia. Durante años, las vías de tierra y el barro en época de lluvias fueron una constante que complicaba la movilidad de sus habitantes. Sin embargo, esa realidad comenzó a cambiar gracias a una intervención que, en apenas 90 días, renovó completamente el espacio público y dos tramos viales fundamentales para la comunidad.
La obra, que fue ejecutada a través del programa de Presupuestos Participativos, intervino un total de 500 metros cuadrados, incluyendo escaleras, barandas, y zonas peatonales. Se trata de un esfuerzo que va más allá del cemento y el concreto estampado; es un reflejo del trabajo conjunto entre la comunidad y la administración local, que decidió priorizar esta necesidad con una inversión superior a los 400 millones de pesos.
Los trabajos se llevaron a cabo en la carrera 81A, entre la calle 146A Bis y el lindero, así como en la carrera 81 Bis, entre la calle 146A y el mismo límite. Estos tramos, antes intransitables, hoy muestran una transformación notable: las escaleras bien trazadas permiten un tránsito más seguro y las barandas firmes brindan estabilidad, especialmente a las personas mayores, que ahora caminan con mayor confianza y autonomía.
El alcalde local de Suba, César Salamanca, destacó el impacto social de la obra. “Esta es una inversión que supera los 400 millones de pesos y beneficia la movilidad de la comunidad de los cerros de Suba. De esta manera seguimos recuperando la confianza de los ciudadanos; entregando obras que impactan”, expresó durante la entrega oficial. Las palabras del mandatario resuenan en cada rincón del barrio, donde los residentes no solo ven concreto nuevo, sino una apuesta por su bienestar.
Más allá de los datos técnicos, el cambio se percibe en lo cotidiano. Vecinos que antes tardaban más de media hora en llegar a las vías principales, hoy ahorran tiempo y esfuerzo. Familias que evitaban salir por temor a resbalones en días lluviosos, ahora transitan sin preocupaciones. El concreto estampado, elegido por su durabilidad y estética, le da un nuevo rostro al barrio, pero son las historias humanas las que le dan vida a la transformación.
Con esta obra, Bellavista Casa Blanca deja atrás años de abandono y se perfila como un ejemplo de lo que se puede lograr cuando la participación ciudadana y la gestión pública van de la mano. El barrio no solo ganó una vía, ganó dignidad, seguridad y una renovada esperanza en que las cosas, cuando se hacen bien, también se pueden hacer rápido.








