Una ola de inseguridad e indignación recorre las calles del barrio El Rubí, en la localidad de Suba. Residentes denuncian que el tráfico de drogas se ha tomado las calles, operando a plena luz del día sin que las autoridades intervengan.
Según testimonios de los vecinos, la venta y consumo de estupefacientes se ha convertido en un espectáculo cotidiano, especialmente entre las dos y las seis de la tarde, hora en que jóvenes aprovechan la poca presencia policial para realizar sus actividades ilícitas.
Bicicletas, motos y hasta entregas a pie son las modalidades que utilizan los expendedores para distribuir la droga en la zona. Los barrios Suba Rincón, Rubí, Telecom y Arrayanes se han visto afectados por esta problemática, que deteriora la calidad de vida de la comunidad.
“Es terrible ver el barrio tan deteriorado y las autoridades no hacen nada. Los invitamos para ellos mismos vengan e identifiquen quienes son, donde están las ollas o quiénes la distribuyen”, denuncia un residente, reflejando la frustración de quienes viven a diario con el temor y la zozobra.
La presencia de consumidores en las calles se ha vuelto habitual, incluso algunos pernoctan en los andenes. “En cualquier momento se puede ver cómo los repartidores en bicicleta o a pie distribuyen la droga”, afirma otro vecino.
La comunidad hace un llamado urgente a las autoridades para que tomen medidas contundentes contra el narcotráfico que afecta la tranquilidad del sector. Exigen mayor presencia policial, operativos de control y estrategias efectivas para combatir este flagelo. La situación en El Rubí es un reflejo de la problemática que viven muchas comunidades en Bogotá. Los residentes esperan que sus voces sean escuchadas y se tomen acciones para recuperar la seguridad y tranquilidad en su barrio.