La oferta que tiene Bogota para ciudadanos y visitantes que amen la naturaleza, es enorme. La ciudad cuenta con más de 4.500 parques, extensas zonas naturales como los Cerros Orientales, así como quebradas, páramos, caminos y senderos, humedales y lagos. Además, la ciudad aún conserva especies de fauna y flora propias de ecosistemas andinos.
Por esta razón el Instituto Distrital de Turismo ha venido estructurado diversos planes para hacer observación de aves, caminatas ecológicas, turismo rural y de aventura, avistamiento de fauna y flora y senderismo, en tre otros.
La ciudad cuenta con 18 humedales identificados por la Asociación Bogotana de Ornitólogos, lugares especiales para la investigación y la práctica del aviturismo como Torca Guaymaral, Tibabuyes (Juan Amarillo), Niza-Córdoba, Santa María de Lago y Jaboque, entre otros.
Los visitantes del humedal Santa María del Lago podrán ser testigos de uno de los ecosistemas con mejor calidad de agua de la ciudad, en donde se avizoran aves acuáticas, migratorias y diversas especies de flora. Son 10,86 hectáreas conservadas, de las cuales 5,64 conforman el espejo de agua. Allí hay especies como la tingua azul, el pato zambullidor, copetones, fochas, mojitas, colibríes y torcazas, entre otras.
En el hermoso Humedal Córdoba, hay un registro de 150 variedades de aves reconocidas en sus 800 hectáreas. Además de numerosas especies animales y vegetales entre endémicas y amenazadas.
Respire aire puro por los Cerros Orientales
Otro de los lugares turísticos más llamativos y rico en fauna y flora, y que resulta muy atractivo para caminantes y ciclo montañistas, son los Cerros Orientales. Con un área de más de 14.000 hectáreas bordean la ciudad desde Usaquén en el norte, hasta San Cristóbal, en el sur. Tienen diversas especies de bosque nativo, vegetación propia del lugar y quebradas y lagunas que transmiten una profunda tranquilidad a los turistas.
Los visitantes también pueden disfrutar del senderismo en Bogotá. Una de las actividades más bellas, y que permite divisar el paisaje de la ciudad, es recorrer el Sendero de Las Delicias, una de las rutas de acceso a los Cerros Orientales.
El sendero del río San Francisco-Vicachá, a su vez, es otro de los ecosistemas para admirar en Bogotá. Este afluente, conocido por los muiscas como Vicachá, que significa ‘resplandor de la noche’, fue la principal fuente hídrica que tuvo Bogotá. Adoptó en 1.550 el nombre de San Francisco con la llegada de la Orden de los Franciscanos.
Precisamente, el recorrido se inicia en la iglesia de San Francisco, una de las más antiguas, pasa luego por una zona de reserva forestal, a 1.700 metros, y concluye a 2.200 metros de altura donde se aprecia una excelente panorámica de la capital.
Y en el interior de la ciudad se puede visitar el Jardín Botánico José Celestino Mutis. Imperdible. Es el más importante centro de investigación y conservación de la vegetación colombiana con énfasis en flora andina. Con 19 hectáreas de extensión llenas de naturaleza, su nombre nos evoca al astrónomo y botánico Mutis, director de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, una de las más importantes investigaciones científicas del Siglo XVIII.
Bogotá cuenta, además, con numerosos parques metropolitanos como el de La Independencia, el Parque Nacional, el Simón Bolívar, El Virrey, el de Los Novios y el Parque La Florida, entre otros. Son considerados derdaderos ‘pulmones’ que están ubicados por toda la ciudad y que vale la pena caminarlos y disfrutarlos.
Esta es, a grandes rasgos, la otra Bogotá. La rural, la natural, la de olor a bosque, eucalipto y campo. Una ciudad inmersa y rodeada de naturaleza. No dejes de salir a conocerla y recorrerla.