La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) continúa con el monitoreo constante de la situación tras el sismo registrado ayer 8 de junio, de magnitud 6.5 (Mw), con epicentro en Paratebueno, Cundinamarca. En este municipio se reportan 250 viviendas afectadas, 134 viviendas colapsadas y daños en una iglesia.
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En Medina, Cundinamarca, se identifican daños en 110 viviendas, de las cuales 40 colapsaron. También se reportan tres iglesias afectadas y 15 instituciones educativas con daños.
Cada municipio está evaluando la posibilidad de habilitar alojamientos temporales para las familias damnificadas.
Se adelanta la Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN), en coordinación con los consejos municipales y departamentales de gestión del riesgo, y con el acompañamiento de la UNGRD.
Desde la entidad se han movilizado equipos técnicos especializados, incluyendo ingenieros estructurales del Programa Nacional de Búsqueda y Rescate, así como profesionales en atención de emergencias.
Además, desde el Centro Nacional Logístico, la UNGRD envió 300 colchonetas, 300 frazadas, 300 kits de aseo, 18 carpas tipo iglú y una base de operaciones.
Balance
Según el balance actualizado hoy por la UNGRD, el evento dejó afectaciones en menos 5 departamentos y 13 municipios, con daños en viviendas, infraestructura y templos religiosos.
—508 personas afectadas
—25 personas lesionadas
—362 viviendas afectadas
—174 viviendas colapsadas
—3 vías y 2 puentes afectados
—7 centros religiosos
—21 instituciones educativas
Recomendaciones
Dada la magnitud y las características del evento sísmico, la UNGRD emitió recomendaciones a las autoridades locales y los operadores de servicios públicos y de emergencias:
• Monitoreo de infraestructura crítica
—Inspeccionar bocatomas, plantas de tratamiento, tanques de almacenamiento y redes de distribución de agua potable, especialmente en zonas rurales y de ladera.
—Verificar el estado estructural de subestaciones eléctricas, redes de alta tensión, estaciones de bombeo y ductos de gas, en especial en zonas cercanas al epicentro o con suelos inestables.
• Revisión de cuerpos de agua y cuencas en los municipios
—Monitorear quebradas, ríos y embalses ante la posible ocurrencia de represamientos generados por deslizamientos.
—Activar la vigilancia en zonas con antecedentes de movimientos en masa y en sectores con viviendas localizadas cerca de taludes o laderas inestables.
• Evaluación de movimientos en masa
—Solicitar a los consejos municipales de gestión del riesgo el reporte y la verificación de nuevos deslizamientos o fisuras en terrenos inestables, tanto en centros poblados como en zonas rurales.
• Revisión de servicios y suministros
—Revisar y monitorear los sistemas de abastecimiento de agua potable, gas y energía, que podrían haber sufrido afectaciones.
—Verificar estructuras de captación y drenajes urbanos para prevenir inundaciones por obstrucciones o represamientos.
• Fortalecimiento de canales de información y reporte comunitario
—Activar líneas de atención ciudadana para que la comunidad pueda reportar alteraciones en cauces, ruidos subterráneos, grietas o pérdida súbita de agua.
—Divulgar recomendaciones preventivas oficiales a través de medios comunitarios, emisoras locales y redes sociales institucionales
Fuente: UNGRD
