En una reciente intervención en Suba Alternativa Noticia, el abogado Juan Manuel Sáenz enfatizó la urgente necesidad de regular el transporte en mototaxi y bicitaxis en Bogotá. Esta llamada de atención surge en medio de crecientes problemas de seguridad y cobertura en estos medios de transporte informales, que afectan tanto a los usuarios como a terceros en la ciudad.
Sáenz destacó que, a pesar de la popularidad de los mototaxis y visitas en diversas ciudades colombianas, su falta de regulación oficial plantea graves riesgos. En un reciente incidente en el barrio Bilbao, un mototaxi volcó y dejó a los pasajeros sin cobertura de seguro, obligándolos a enfrentar gastos médicos de su propio bolsillo. Este tipo de situaciones pone de manifiesto la necesidad de una normativa que garantice seguridad y protección para los usuarios.
El abogado detalló que la falta de regulación significa que estos servicios operan en un vacío jurídico, sin seguros obligatorios ni estándares de seguridad. Esto no solo deja a los pasajeros desprotegidos en caso de accidentes, sino que también dificulta la compensación por daños a terceros. Sáenz advirtió que sin una estructura legal clara, los afectados enfrentan serios problemas para obtener reparaciones y compensaciones.
Sáenz también mencionó su experiencia personal con un incidente en el que un mototaxi dañó su vehículo. A pesar de que el conductor debería asumir la responsabilidad, la falta de un seguro y de una regulación adecuada complicó el proceso de reclamación. Esta experiencia subraya la importancia de contar con una normativa que garantice que todos los involucrados en accidentes puedan ser adecuadamente compensados.
En respuesta a estos problemas, el abogado hizo un llamado a la Alcaldía Mayor de Bogotá y Gobierno Nacional para que implementen una regulación estricta para los mototaxis y visitas. Propuso que se establezcan seguros obligatorios, cursos de conducción y un registro de conductores para asegurar que estos medios de transporte operen de manera segura y responsable.
Sáenz concluyó su intervención instando a la comunidad a exigir acciones concretas de los legisladores y autoridades. La regulación no solo protegería a los usuarios, sino que también mejoraría la seguridad vial y evitaría que estos servicios se conviertan en un riesgo constante para la ciudadanía. La necesidad de una acción inmediata es clara para garantizar un transporte más seguro y ordenado en Bogotá.