La comunidad está desesperada ante la creciente inseguridad en su parque principal, un lugar que antes era el corazón de la convivencia vecinal y que ahora se ha convertido en un foco de preocupación. Los vecinos denuncian que algunas cuadras de la urbanización han pasado a ser el escenario perfecto para los delincuentes.
Lo que antes era un espacio de encuentro para las familias y un refugio para los niños que jugaban libremente, ahora es un lugar donde muchos prefieren no pasar al caer la noche. «Es triste ver cómo el parque, que solía ser un punto de encuentro para todos, ahora es un lugar que evitamos», comenta Andrea, una residente que ha vivido en Ciudadela Cafam durante más de una década. La comunidad siente que su seguridad ha sido arrebatada.
Los vecinos señalan que la presencia de delincuentes se ha vuelto más evidente, con robos a plena luz del día y actitudes sospechosas que generan temor. «Los fines de semana solíamos venir al parque en familia, pero ahora preferimos quedarnos en casa», dice Luis, otro residente. La falta de vigilancia y la escasa respuesta de las autoridades han dejado a la comunidad en un estado de alerta constante.
A pesar de las constantes denuncias, los vecinos aseguran que las medidas adoptadas hasta ahora han sido insuficientes. «Llamamos a la Policía, pero el patrullaje es mínimo, y los delincuentes lo saben», añade Carolina, madre de dos niños pequeños. La inseguridad en Ciudadela Cafam no es solo una percepción, es una realidad que los residentes viven día a día, y la sensación de abandono por parte de las autoridades solo agrava el problema.
Los vecinos de Ciudadela Cafam hacen un llamado urgente a las autoridades locales para que tomen cartas en el asunto y refuercen la seguridad en la zona. La comunidad no quiere resignarse a vivir con miedo, y confía en que, con el apoyo necesario, podrán recuperar ese parque que alguna vez fue el alma de su barrio.