Las viviendas y locales comerciales se han convertido en el blanco predilecto de estos insectos, que se cuentan por cientos y dificultan la cotidianidad de los habitantes. “Es imposible comer, dormir o incluso mantener una conversación tranquila con tantas moscas revoloteando”, afirma una vecina visiblemente afectada.
Una plaga se está apoderando del barrio Compartir en Suba. No se trata de langostas, sino de una molesta e incesante invasión de moscas que tiene a vecinos y comerciantes en alerta. La causa, según sospechan, estaría relacionada con el incremento de vacas en la zona y la posible presencia de un matadero clandestino.
La situación ha generado no solo incomodidad, sino también preocupación por las posibles enfermedades que estos insectos podrían transmitir. Comerciantes del sector aseguran que sus ventas han disminuido drásticamente, pues los clientes evitan ingresar a los establecimientos por temor a la insalubridad.
Aunque aún no existe una confirmación oficial por parte de las autoridades, los habitantes de Compartir Suba señalan como principal sospechoso a un predio cercano donde, al parecer, se estaría llevando a cabo el sacrificio de animales de manera irregular. El fuerte olor y la presencia constante de camiones de ganado alimentan aún más las sospechas de los vecinos.
“Hemos reportado la situación a la Alcaldía Local y a la Secretaría de Salud, pero hasta el momento no hemos recibido una respuesta satisfactoria. Necesitamos que investiguen a fondo y tomen medidas urgentes para controlar esta plaga que nos está afectando a todos”, exige un líder comunitario.
La presencia de mataderos clandestinos no solo representa un riesgo para la salud pública por la falta de condiciones sanitarias adecuadas, sino que también implica maltrato animal y competencia desleal para los comerciantes legalmente establecidos.
Las autoridades competentes deben actuar con celeridad para verificar la veracidad de las denuncias ciudadanas y, de ser necesario, proceder al cierre inmediato de cualquier actividad que atente contra la salud pública y el bienestar animal. La comunidad de Compartir Suba exige una solución pronta y efectiva a esta problemática que tiene en jaque su tranquilidad.
