La paciencia se agota entre los habitantes del barrio Prado Veraniego en Suba, quienes desde hace meses conviven con una vía en completo deterioro. Se trata de la carrera 151A, una calle que, lejos de facilitar la movilidad, se ha convertido en un obstáculo lleno de huecos, barro y riesgo para todos.
Caminar o conducir por esta vía representa un verdadero reto. Los vecinos señalan que, además de dañar los vehículos, la situación pone en peligro a peatones, especialmente a niños y adultos mayores que usan la calle a diario para llegar a colegios, tiendas o paraderos.
“No estamos pidiendo lujos, solo una vía en condiciones dignas. Esto no es nuevo, llevamos años reportándolo y nada pasa”, comenta doña Sandra, habitante del sector desde hace más de dos décadas. Su testimonio se suma al de decenas de familias cansadas de promesas sin cumplimiento.
La carrera 151A es una vía clave para conectar diferentes puntos del barrio y facilitar el acceso a servicios básicos. Su deterioro, además de afectar la seguridad, está frenando la actividad comercial en la zona, pues los clientes evitan transitar por allí debido a las malas condiciones del terreno.
La comunidad ha elevado peticiones formales y espera una respuesta concreta de las autoridades locales. Insisten en que no se trata de una queja menor, sino de un clamor colectivo por recuperar un espacio vital para la vida cotidiana del barrio.
Ahora, más que nunca, los habitantes de Prado Veraniego hacen un llamado a la Alcaldía Local de Suba y a la Unidad de Mantenimiento Vial para que escuchen su voz y actúen sin más demoras. “Queremos soluciones, no más excusas”, concluyen en una sola voz.
