Vecinos de Suba se unen contra el aumento de robos con la instalación de sistemas de alarma en Santa Cecilia, Villa Cindy y La Verona

Vecinos de Suba se unen contra el aumento de robos con la instalación de sistemas de alarma en Santa Cecilia, Villa Cindy y La Verona

Los habitantes de los barrios Santa Cecilia, Villa Cindy y La Verona en la localidad de Suba están viviendo tiempos de creciente preocupación debido al alarmante aumento de robos en sus comunidades. La situación ha llevado a muchos a sentirse inseguros en sus propios hogares, y los residentes han decidido tomar cartas en el asunto instalando sistemas de alarmas para proteger sus propiedades. La medida refleja el nivel de frustración y desconfianza que sienten frente a la falta de soluciones efectivas por parte de las autoridades.

La oleada de robos ha afectado a familias enteras, generando un ambiente de temor y desasosiego. «Cada vez que escuchamos un ruido en la noche, todos estamos en alerta», comenta Laura Pérez, una vecina de Santa Cecilia. La sensación de vulnerabilidad ha llevado a los residentes a buscar formas de protegerse, dado que la respuesta institucional ha sido insuficiente para abordar el problema de manera adecuada.

En Villa Cindy, la situación no es diferente. Los robos han sido una constante en las últimas semanas, y la comunidad ha optado por medidas preventivas para garantizar la seguridad de sus hogares. La instalación de alarmas se ha convertido en una acción casi obligatoria para quienes desean dormir tranquilos, y la solidaridad entre vecinos ha crecido en respuesta a la inseguridad.

La Verona, por su parte, también se ha visto gravemente afectada por esta ola de criminalidad. Los residentes han comenzado a organizarse en grupos para vigilar sus calles y compartir información sobre actividades sospechosas. Sin embargo, la demanda de una mayor presencia policial sigue siendo una prioridad, ya que muchos sienten que las medidas individuales no son suficientes para enfrentar la magnitud del problema.

A pesar de los esfuerzos de la comunidad por reforzar la seguridad mediante alarmas y vigilancia vecinal, la falta de acciones efectivas por parte de las autoridades continúa siendo un tema de preocupación. Los vecinos han expresado su frustración por la aparente lentitud en la respuesta institucional y han hecho llamados a las autoridades locales para que tomen medidas más contundentes y efectivas.

La situación en Santa Cecilia, Villa Cindy y La Verona subraya la necesidad urgente de una colaboración más estrecha entre la comunidad y las autoridades para enfrentar los desafíos de la seguridad. Mientras los vecinos continúan con sus esfuerzos por proteger sus hogares, esperan que la atención gubernamental se enfoque en soluciones duraderas que realmente garanticen su bienestar y seguridad en el futuro cercano.

En un reciente debate sobre el uso del espacio público en Bogotá, el asesor jurídico de Suba Alternativa destacó la complejidad del problema de la ocupación del espacio público. Aunque muchos parques han sido recuperados, aún persisten desafíos significativos. En localidades como Suba, la ocupación ilegal de andenes por basuras y vendedores informales está causando problemas tanto en la movilidad peatonal como en el tráfico urbano. Esta situación resalta la necesidad urgente de abordar cómo se regula el uso del espacio público. La ley colombiana prohíbe explícitamente la ocupación del espacio público para actividades comerciales privadas. Esta normativa permite a la Policía Nacional incautar equipos y vehículos utilizados por los vendedores informales. Sin embargo, el vacío regulatorio persiste, especialmente en comparación con otros países como Estados Unidos, donde se otorgan licencias para la venta ambulante bajo estrictas regulaciones para proteger la salud pública y garantizar el orden. El asesor jurídico también abordó los riesgos asociados con la venta informal en la vía pública. Las prácticas de venta en espacios no regulados pueden comprometer la salubridad debido a la preparación de alimentos sin los estándares de higiene adecuados. Además, el uso de materiales peligrosos como gas y gasolina para cocinar en la vía pública incrementa el riesgo de accidentes. Por estas razones, la regulación y no la prohibición total es vista como una solución más viable. La controversia se agudiza cuando se considera la dificultad que enfrentan los vendedores informales para encontrar espacios comerciales adecuados. Según el asesor, muchas veces los espacios ofrecidos por las autoridades no son viables para el comercio debido a su falta de visibilidad y flujo de peatones. Esto impulsa a los vendedores a regresar a las calles principales, perpetuando el ciclo de ocupación ilegal del espacio público. Una posible solución propuesta es la integración de los vendedores informales en áreas comerciales específicas, como las estaciones de metro o Transmilenio, donde el flujo de personas puede garantizar una mayor visibilidad y viabilidad económica. Esta estrategia permitiría regular la ocupación del espacio público de manera que se beneficie tanto a los vendedores como a los consumidores, creando un entorno más ordenado y seguro. Finalmente, el asesor hizo un llamado a abordar el problema desde una perspectiva más amplia, considerando la generación de oportunidades económicas formales y la creación de políticas que integren a los vendedores informales de manera efectiva. Reconoció que la migración y la falta de oportunidades económicas son factores clave en la proliferación de la venta informal, y que es esencial desarrollar soluciones integrales para lograr un equilibrio entre la regulación del espacio público y la necesidad de ingresos para muchos ciudadanos.
By Yenifer Ardila

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