Los residentes del barrio Santana en Suba están denunciando la invasión del espacio público por un grupo de personas lideradas por un individuo conocido como Giovanni «el Mono». Desde octubre de 2021, este grupo ha ocupado una zona verde de uso público y las áreas peatonales cercanas, que están debidamente registradas en los planos oficiales del barrio y habilitadas por el Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
El grupo, compuesto por familiares y asociados, ha establecido un restaurante en la zona verde, operando principalmente durante los fines de semana y días festivos. Los vecinos señalan que la venta de alimentos se realiza sin las condiciones mínimas de salubridad, careciendo de permisos y medidas de seguridad adecuadas. La cocción de los alimentos se lleva a cabo con leña, lo que representa un riesgo considerable para los transeúntes y el entorno.
Actualmente, el área invadida está equipada con cuatro carpas desarmables, varias mesas de plástico y sillas. Esta infraestructura es extremadamente vulnerable a incendios, dado que las brasas y el calor generado por la leña pueden fácilmente alcanzar los muebles y provocar conflagraciones que causen daños significativos. Esta situación ha generado preocupación entre los vecinos, quienes temen por su seguridad.
Además de la ocupación indebida del espacio, los residentes enfrentan problemas adicionales como el ruido excesivo causado por la música y la aglomeración de personas, el consumo desmedido de bebidas alcohólicas y la mala disposición de basuras. Estas prácticas violan el Código de Policía de Convivencia y Seguridad Ciudadana y agravan la situación en el área, afectando la calidad de vida de los vecinos.
Los vecinos han exigido a las autoridades locales que tomen medidas inmediatas y eficaces para resolver estos problemas. Solicitan una inspección exhaustiva por parte de las entidades de vigilancia y control para verificar las irregularidades y proceder con las sanciones correspondientes. Además, piden que se restablezca el uso adecuado del espacio público y se recupere la zona verde y los andenes para su propósito original.
En respuesta a estas solicitudes, los residentes esperan que se establezca un procedimiento respetuoso del debido proceso que garantice la atención oportuna y efectiva de los problemas planteados. La comunidad anhela una resolución que no solo resuelva la invasión del espacio, sino que también mejore las condiciones de convivencia en el barrio Santana, promoviendo un entorno seguro y ordenado para todos.
