La tranquilidad en el barrio Villa Hermosa se ha visto empañada en los últimos meses. El aumento de personas en situación de calle, que han establecido cambuches en diferentes puntos del sector, genera preocupación entre los residentes, quienes exigen a las autoridades una intervención inmediata para atender esta compleja problemática.
La presencia de estos asentamientos improvisados, además de afectar la seguridad y el espacio público, trae consigo problemas de salubridad e higiene. Los vecinos denuncian la acumulación de basuras, la realización de necesidades fisiológicas en la vía pública y la proliferación de roedores, lo que pone en riesgo la salud de todos.
“No se trata de ser indiferentes a la situación de estas personas”, aclara Marta Gómez, residente del barrio. “Pero la situación se ha vuelto insostenible. Tememos por nuestra seguridad y la de nuestros hijos, y la convivencia se ha visto afectada”, agrega.
Los residentes de Villa Hermosa reconocen que la problemática de habitantes de calle requiere de una solución integral, que vaya más allá de un simple desalojo. Piden a las autoridades competentes la implementación de programas sociales que brinden atención integral a esta población vulnerable.
Solicitan la creación de albergues dignos que ofrezcan alojamiento, alimentación y acompañamiento psicosocial a quienes lo necesiten. Asimismo, piden que se implementen programas de rehabilitación y reinserción social, que les brinden herramientas para superar su situación y reintegrarse a la sociedad.
“No queremos que simplemente los trasladen a otro lugar”, manifiesta Luis Pérez, otro de los residentes afectados. “Queremos soluciones reales y duraderas que beneficien tanto a los habitantes de calle como a la comunidad en general”, puntualiza.
La comunidad de Villa Hermosa hace un llamado a las autoridades locales, a las entidades de gobierno y a las organizaciones sociales para que trabajen de manera conjunta en la búsqueda de soluciones efectivas y humanitarias a esta problemática que afecta a todos. La esperanza de un barrio más seguro y solidario se mantiene viva entre sus habitantes.