Lo que comenzó como una riña entre hinchas terminó convirtiéndose en una peligrosa persecución por las calles de Usme, en el sur de Bogotá. Este sábado 4 de mayo, la Policía Metropolitana capturó a siete personas tras los desórdenes provocados por seguidores del Atlético Bucaramanga, que regresaban a la capital luego de un encuentro deportivo.
Según las autoridades, los enfrentamientos entre los hinchas rápidamente escalaron en violencia. Cuando la Policía intentó intervenir para calmar la situación, algunos aficionados reaccionaron con agresividad, incluso causando daños a una motocicleta oficial. La escena fue caótica y quedó registrada en video.
Pero la situación se salió aún más de control cuando un grupo de los involucrados interceptó un bus que se encontraba detenido en la vía. Armados con elementos cortopunzantes, habrían amenazado al conductor, obligándolo a poner en marcha el vehículo en un intento desesperado por escapar de la autoridad.
“El conductor fue intimidado y forzado a conducir de forma temeraria, poniendo en riesgo su vida y la de otras personas en la vía”, explicó el teniente coronel Roberto Caro, jefe seccional de Protección y Servicios Especiales. La persecución se extendió por varios minutos, con patrullas intentando interceptar al bus en movimiento.
Finalmente, y gracias a la rápida reacción de los uniformados, se logró detener el vehículo y capturar a los siete presuntos responsables. Varios de ellos presentaban heridas leves producto de la riña y fueron trasladados a centros asistenciales para valoración médica. El conductor, aunque ileso, recibió atención por el impacto emocional del incidente.
Las autoridades continúan con la investigación para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades. Desde la Policía se hizo un llamado a los ciudadanos a rechazar la violencia en cualquier contexto, especialmente en escenarios deportivos que deberían ser espacios de convivencia y respeto.
