En los barrios Caminos de Esperanza y Fontanar del Río, en la localidad de Suba, volvieron a surgir denuncias por la instalación de boliranas en espacios residenciales. Los vecinos aseguran que esta situación ha generado ruido constante, aglomeraciones y hasta consumo de licor en las calles.
Aunque esta no es la primera vez que se presentan quejas por este tipo de actividades, los residentes sienten que no se han tomado medidas concretas para controlar el uso de estos juegos en zonas no autorizadas. “Esto se volvió un problema de convivencia. A veces son las 11 de la noche y siguen jugando, gritando y tomando”, contó doña Beatriz, vecina del sector.
La preocupación no solo pasa por el ruido, sino también por la inseguridad que, según algunos habitantes, ha aumentado en los alrededores. “Antes uno podía sentarse tranquilo en el andén. Ahora, entre la música y los grupos de gente, da miedo salir en la noche”, dijo don Álvaro, residente de Fontanar del Río.
Ante esta situación, los habitantes piden a la Alcaldía Local y a la Policía que realicen operativos de control en los puntos donde se han ubicado estas boliranas. También solicitan que se vigile si cuentan con permisos y si cumplen con las normas de convivencia.
Varias juntas de acción comunal han elevado peticiones formales para que se intervenga de forma urgente y se promuevan espacios de diálogo con los responsables de estos juegos. “No estamos en contra del entretenimiento, pero debe haber respeto por quienes vivimos aquí”, dicen desde Caminos de Esperanza.
Por ahora, la comunidad espera respuestas y acciones concretas. Mientras tanto, las boliranas siguen funcionando, en medio de la incomodidad de muchos vecinos que sienten que su tranquilidad se está viendo afectada.
