Julia Bibiana Cruz Borbón ha hecho una denuncia pública por presunta desatención médica, negligencia y deshumanización hospitalaria que estaría enfrentando su padre, José Alberto Cruz Cruz, más conocido en Suba como “Manuelito”, un hombre de 67 años con discapacidad física y una reconocida trayectoria como defensor de los derechos de las personas con discapacidad en Bogotá.
Siga nuestro canal en WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VaHr6Lh8fewzIvDaTJ0r
Según su hija, “Manuelito” ingresó el pasado 4 de junio al Hospital de Suba con una severa inflamación en las extremidades y dificultad respiratoria, siendo trasladado posteriormente al Hospital Simón Bolívar, donde fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos. Allí se le inició tratamiento de diálisis y drenaje pulmonar, y aunque inicialmente se mostró mejoría, el panorama cambió de manera alarmante.
“Empezaron las contradicciones médicas, la falta de empatía de algunos profesionales, y prácticas de enfermería que han dejado a mi padre con ampollas, hematomas y un dolor tan agudo que lo ha hecho llorar. Él, que nunca se queja, ha gritado del dolor esta semana”, expresó a la emisora Suba Alternativa Noticias su hija visiblemente conmovida.
La familia denuncia que no ha habido claridad sobre el estado de salud del paciente, recibiendo versiones cambiantes sobre diagnósticos de flebitis, retención de líquidos, fallo renal e insuficiencia cardíaca, sin que se hayan practicado exámenes definitivos como ecocardiogramas o valoraciones completas. A pesar de estos antecedentes clínicos delicados, se emitió una orden de alta médica para continuar tratamiento en casa.
“¿Cómo pueden pretender dar de alta a un paciente en estas condiciones? Nos preocupa profundamente no solo la vida de mi padre, sino también la de otros pacientes vulnerables que no tienen quien reclame por ellos. ¿Cuántos son ignorados o maltratados en silencio?”, cuestionó Julia Bibiana Cruz.
José Alberto, conocido como “Manuelito”, es fundador de la Fundación de Discapacidad San Rafael Arcángel (FEDESIR) y ha dedicado su vida a orientar legalmente a personas con discapacidad, promover el deporte adaptado y liderar iniciativas de inclusión, todo de manera voluntaria y sin recibir remuneración.
La familia exige respuestas claras, atención especializada y un trato digno para quien ha vivido para defender la dignidad de otros. El caso ha comenzado a generar reacciones de apoyo en la comunidad y abre un debate urgente sobre la atención hospitalaria a personas con discapacidad y en condición de vulnerabilidad.
