Un nuevo hecho de inseguridad sacudió al barrio Bilbao, en el noroccidente de Bogotá, este martes 24 de junio. A plena luz del día, tres hombres llegaron en un taxi con placas VEE-295 y, tras esperar cerca de la cuadra en un aparente acto premeditado, ingresaron a la fuerza a una vivienda en la Carrera 148 No. 143B-52. El hecho dejó a una familia afectada no solo materialmente, sino también en su tranquilidad.
Según el testimonio de la propietaria, su hija —una menor de edad— fue sorprendida cuando abría la puerta para sacar a su perrita. Los delincuentes la empujaron y forzaron la entrada. Una vez dentro, recorrieron rápidamente el lugar y sustrajeron varios objetos de valor: dos celulares con pantallas dañadas, el celular de la niña, dos televisores y ropa.

La familia, visiblemente afectada, relató que los delincuentes ya estaban parqueados desde antes cerca de la casa de un familiar, lo que hace pensar que el ataque fue planeado con anterioridad. “Ellos esperaron, ingresaron y salieron como si nada. Mi hija pudo haber salido lastimada”, contó la madre. Los hechos ya están en manos de la Fiscalía y la Policía, quienes también remitieron el caso a Medicina Legal debido a que la menor, manifestó tocamientos por parte de estos sujetos.
Vecinos del sector han expresado su alarma ante el incremento de robos en la zona. Aunque las autoridades investigan, muchos residentes consideran que la respuesta ha sido lenta y que los delincuentes actúan con cada vez más confianza. “Pedimos que se publiquen los rostros de estos ladrones para que la gente se prevenga, porque esto le puede pasar a cualquiera”, afirmó la víctima.
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La comunidad ha reiterado el llamado a la Secretaría de Seguridad y a la Policía Metropolitana para reforzar los patrullajes en horas críticas. Lo sucedido demuestra que ni siquiera el horario diurno garantiza seguridad en barrios residenciales como Bilbao, donde las familias sienten que deben vivir con las puertas siempre cerradas y en constante alerta.
Por ahora, se espera que las cámaras de seguridad permitan identificar con claridad a los responsables. La víctima pidió hacer público el caso como una forma de advertir a otros ciudadanos: “Que esto sirva para que la gente se cuide, que no abran la puerta sin mirar primero. Uno nunca espera que esto le pase… hasta que le pasa”.
