El impacto de la renovación de la flota de buses del Sistema Integrado de Transporte Público en Bogotá (SITP), en el medioambiente y en la salud de las personas es muy positivo. Según el inventario de emisiones contaminantes atmosféricos a 2020, las fuentes móviles emitieron 1800 toneladas de PM 10, mientras en 2018 fue de 1847.
Principalmente, esta disminución se debe a la renovación de la flota del transporte de pasajeros y la paulatina reducción de los vehículos del SITP Provisional. Por ejemplo, el SITP redujo sus emisiones netas de material particulado de 10 micras en un 37 %, al pasar de 218 ton/año en 2018 a 137 ton/año en 2020; mientras que, las emisiones de PM 2.5 disminuyeron en un 39 %, pasando de 201 ton/año en 2018 a 123 ton/año en 2020.
«El tema de movilidad, es un desafío en calidad de vida, en términos de trancones, de horas de viaje y de contaminantes. En el 2012, hablar de flota eléctrica no era muy atractivo, los costos eran más favorables para el diésel, los cambios tecnológicos no se dan en un año, y hoy se ve y se masifica el esfuerzo con la llegada de estos buses eléctricos. El reto viene ahora para el transporte de carga, seguiremos trabajando con este sector», afirmó el subsecretario de Ambiente, Julio César Pulido.
El inventario, es una herramienta de diagnóstico que utiliza el Distrito para identificar los factores de contaminación atmosférica en la ciudad. Las fuentes móviles aportan el 90 % de las emisiones por combustión (transporte de carga, vehículos y maquinaria amarilla).
Del 100 % de las emisiones de material particulado 2.5, de las fuentes móviles en carretera, el 42 %, corresponde al transporte de carga; los camperos y camionetas, aportan el 21 %; los automóviles, el 15 %; el SITP (componente troncal, zonal y provisional), el 8 %; y el 13 % restante motos, entre otros.
«Estas cifras nos llevan a tomar decisiones más puntuales sobre las políticas que debemos implementar en materia de calidad del aire en Bogotá, tanto para los sectores productivos como para las instituciones del Gobierno» agregó el subsecretario de Ambiente, Julio César Pulido.
En general, la actualización del inventario mostró una reducción de las emisiones totales de material particulado (PM) 2.5 en un 26 %, pasando de emitir 1846 toneladas, en 2018, a 1798 toneladas, de este contaminante en 2020.
Consulta el inventario de emisiones 2020 https://drive.google.com/file/d/1a8gyjx0h0OPa6Apx8J9h-9lgfiKN-Df-/view
Para seguir reduciendo el material particulado y trabajar por un mejor aire, la Administración de la alcaldesa Claudia López avanza en el mejoramiento de las coberturas vegetales, el cierre minero en el perímetro urbano de Bogotá, en la destinación de presupuesto para la pavimentación de vías con criterios ambientales, además, trabaja articuladamente para que las construcciones en la ciudad adopten medidas para reducir las emisiones de polvo como el barrido en húmedo.
«Estamos en el camino correcto, las medidas que pusimos en el Plan Integral de Calidad del Aire, que es nuestra hoja de ruta para que respiremos mejor en 10 años, ya está empezando a funcionar. Vemos cómo la invitación que le hemos hecho a la ciudadanía, a las organizaciones y a las empresas, en el Pacto Unidos por un Nuevo Aire, ya empieza a tener resultados», concluyó la secretaria Urrutia.
Fuente: Alcaldía Mayor de Bogotá