En Cali ya no se habla de continuidad, sino de una reconstrucción total. América de Cali, golpeado por un 2025 irregular y condicionado por lesiones, inició oficialmente una renovación masiva que cambiará el rostro del equipo. Con dos fichajes prácticamente cerrados, diez salidas confirmadas y una larga lista de necesidades, el proyecto de David González comienza una etapa de ajustes estructurales que apunta a un plantel más competitivo.
La prioridad del cuerpo técnico era reforzar las bandas, y por ello los primeros movimientos llegaron en esa zona. Santa Fe presentará al extremo Harold Santiago Mosquera, figura del club y segundo máximo goleador en 2025, como agente libre el 8 de enero. A él se suma el venezolano Darwin Machís, reciente campeón con UCV FC y con números destacados en su último semestre, aportando potencia, desequilibrio y un perfil zurdo que encaja en la idea ofensiva del entrenador.
Una barrida profunda y decisiones inevitables
Tras una evaluación de tres meses, el técnico pidió refuerzos en casi todas las líneas: un arquero, un defensa central, dos laterales, un volante de marca, dos extremos, un delantero goleador y jugadores polivalentes. Paralelamente, se oficializaron diez salidas, entre ellas la de Luis Alejandro Paz, símbolo del bicampeonato 2019-2020. También se confirmó la marcha de Manuel Caicedo, el fin del ciclo de Daniel Bocanegra y la salida de nombres como Joel Graterol, Yerson Candelo, Rodrigo Holgado y Sebastián Navarro.
El caso de Luis Ramos generó especial atención, ya que América no logró un acuerdo con Cusco FC por el pago del 50 % de su pase. La propuesta de cancelarlo en cuotas fue rechazada por el club peruano, lo que obligó al delantero a regresar a su país y dejó al equipo sin una de sus principales cartas ofensivas para 2026. Con este panorama, la dirigencia continúa trabajando para completar las posiciones pendientes y consolidar el nuevo proyecto.
La reconstrucción del América de Cali ya está en marcha y promete un giro significativo para la próxima temporada. Con refuerzos de peso, una barrida profunda y un cuerpo técnico que tiene claro el perfil del equipo, el club comienza a moldear su identidad de 2026. La afición, expectante, aguarda que esta transformación marque el inicio de un ciclo que recupere el protagonismo local y continental que el equipo busca retomar.















