Muchas personas en Mompox siguen automedicándose en tiempos de covid-19, a pesar de conocer los riesgos que puede traer para la salud el consumo indiscriminado de algunos medicamentos como el acetaminofén, la azitromicina y la ivermectina. Esta situación se presenta por el difícil acceso al sistema de salud y la poca regulación que promueven los entes de control en este municipio del departamento de Bolívar, en la costa caribe de Colombia.
Como es sabido, cuando llegó el covid-19 al país la vida cambió radicalmente. Con este virus llegó también la incertidumbre, pues no estábamos preparados para una pandemia. Muchos fueron los consejos y las medidas que se tomaron para no infectarse, pero aun así los hospitales colapsaron. Ante el difícil acceso a los servicios de salud, una de las estrategias más utilizadas por la comunidad en Mompox para evitar contagiarse fue la automedicación.
Muchas personas, en algún momento, han tomado medicamentos contra el dolor de cabeza, le han dicho al vecino que cambie la dosis sugerida o le adicionan otra medicina a su tratamiento porque a un conocido le funcionó de maravilla. Este es el caso de Francisco López Villanueva, Zoraida Pupo Armesto y Beatriz Ospino Martínez, habitantes de Mompox quienes desde su experiencia cuentan qué es la automedicación.
Sin embargo, aunque esta es una práctica común, los riesgos de la automedicación pueden ser mortales, especialmente en este tiempo de pandemia. Pero ¿qué es realmente la automedicación?
Para comprender este término la farmaco epidemióloga y directora del Centro de Pensamiento Medicamentos, Información y Poder de la Universidad Nacional de Colombia, Claudia Patricia Vaca, explica que la automedicación es: “una decisión autónoma que toma el individuo de consumir medicamentos sin una prescripción médica. La automedicación hace parte también de la tendencia natural de los individuos a buscar autocuidado en salud”.
Además, Vaca habla sobre un término que también es relevante: la autoprescripción que, al igual que la automedicación, es una práctica que ejercen las personas para su autocuidado, pero estos conceptos son diferentes:
Razones que llevan a la automedicación
En enero del 2022, cuando han pasado casi dos años de la pandemia, se realizó un sondeo a 70 habitantes del municipio de Mompox, quienes en algún momento de la emergencia sanitaria se contagiaron de covid-19 y se automedicaron. Este sondeo reveló que la mayoría de los consultados prefieren automedicarse por tres razones: primero, para evitar hacer largas filas y gastar muchas horas en espera de ser atendidos; segundo, por la dificultad para acceder a los servicios médicos y, en tercer lugar, deciden hacerlo porque sienten miedo a un posible contagio si acuden a una clínica.
Esta información se puede observar en el siguiente gráfico:
Resultados de la opción otra, ¿cuál?
- No.
- Ninguna.
- Miedo a un posible contagio en clínica.
- Cultural.
Fuente: tomado del sondeo realizado en enero de 2022 a los habitantes de Mompox.
Ahora bien, el sondeo muestra que en Mompox hay una carencia en el sistema de salud, son los mismos entrevistados quienes manifiestan su inconformismo con la atención médica que han recibido, especialmente durante la pandemia. Respecto a esta situación el médico Carlos Mario Arias, internistamomposino y becario en gastroenterología del Hospital Militar en Bogotá, puntualiza: “A pesar de la buena cobertura de nuestro sistema de salud, lastimosamente, todavía existen barreras para el acceso a estos servicios, principalmente en la medicina especializada. Además, se debe destacar la tramitología que deben seguir los pacientes, es por esto por lo que muchas personas se automedican o aceptan las recomendaciones de terceros”.
Por su parte, Zoraida Pupo Armesto, residente de Santa Cruz de Mompox, también deja ver su descontento con los servicios médicos que ha recibido: “A veces, cuando me he sentido enferma, solicito una cita médica y no la consigo porque no hay agenda o dan la cita para tiempo después; entonces, me desespero y acudo a la medicina ancestral, a las recetas de los abuelos o incluso he acudido a una farmacia para pedir consejo del farmaceuta cayendo en la automedicación. Sin embargo, a mí me gusta probar primero medicamentos naturales puesto que de ahí extraen los fármacos”.
La autoprescripción, un veneno para la salud
Los tres medicamentos más consumidos durante la pandemia del covid-19 por los habitantes de Mompox que fueron consultados son: acetaminofén, azitromicina e ivermectina. La pregunta que surge al analizar estos resultados es silos fármacos mencionados son de venta libre.
Resultados de la opción Otra, ¿cuál?
- Infusión de eucalipto con Vick Vaporub.
- Jengibre, panela y eucalipto.
- Eucalipto.
- Bebidas calientes con jengibre, limón y panela.
- Infusión de jengibre.
Fuente: tomado del sondeo realizado en enero de 2022 a los habitantes de Mompox.
En este sentido, Vaca, magíster en efectividad clínica y sanitaria, explicó que la azitromicina y la ivermectina solo se pueden adquirir con prescripción médica: “el único que es de venta libre es el acetaminofén. La azitromicina es un antibiótico que requiere fórmula médica para su consumo y es muy riesgoso que una persona lo tome sin prescripción; la ivermectina también requiere fórmula”.
Con relación a esto, el estudio ‘Científicamente comprobado, un análisis de los tratamientos más usados contra la covid-19’, realizado por Salud con lupa en alianza con la Fundación Epistemonikos, nos devela que la azitromicina y la ivermectina son medicamentos de “uso no apropiado”. La siguiente tabla resume el tipo de medicamento y la utilidad de cada uno de estos dos fármacos.
En este aspecto, Andrés Gómez[1], farmaceuta del municipio que ejerce su profesión desde 1997, habló sobre las restricciones y venta de acetaminofén, azitromicina e ivermectina en las farmacias donde ha trabajado en Mompox: “No hay ninguna restricción porque son productos de venta libre”. En este orden de ideas es importante recordar que el 4 de mayo del 2005 la Secretaría Distrital de Salud lanzó la resolución 0234, en la cual promueve la venta de antibióticos y otros medicamentos bajo fórmula médica, con el fin de asegurar el uso adecuado de estos fármacos.
La resolución reza así: “La Secretaría Distrital de Salud promueve la venta de antibióticos previa exhibición de la fórmula médica, asegurando el uso adecuado de los mismos, disminuyendo las posibilidades de autoprescripción y por lo tanto los riesgos del consumo masivo de estos. Cabe resaltar que la resolución no sólo hace referencia a la presentación de la fórmula médica para la compra de los antibióticos, sino de todo aquel producto etiquetado como de venta bajo prescripción”.
Al respecto, Gómez compartió su criterio acerca de esta práctica: “Legalmente está prohibido automedicarse, pero en esta zona mucha gente recurre a uno para que la ayude, porque hay personas que no tienen para ir al médico y entonces uno a veces les da la asesoría médica”.
Por su parte, Claudia Vaca hizo énfasis en la importancia de que los órganos de control y vigilancia de salud en Colombia realicen su trabajo de manera rigurosa, para así prevenir futuras complicaciones que puedan poner en riesgo la vida de las personas: “La norma nacional establece que algunos medicamentos no deberían venderse sin prescripción médica; por lo tanto, si hay una buena estrategia de vigilancia y control de las secretarías, estas farmacias podrían ser cerradas y a quienes venden estos medicamentos se les podría retirar la licencia”.
Sin embargo, para Andrés Gómez la Secretaría de Salud Distrital en Mompox y los entes de control “nunca han dado charlas sobre ese tema, lo que hace la Secretaría de Salud es un control sanitario, únicamente van a los establecimientos para ver que estén bien refrigerados los medicamentos”.
Aunado a esto, Carolina Torres,[2] profesional de la salud de Mompox, habló de la necesidad de que los entes de control tomen las riendas sobre la autoprescripción para que los daños en la comunidad no sean mayores: “Medicamentos por controlar hay muchos, ya que no están siendo efectivos los mecanismos por parte de las entidades reguladoras y tristemente hay que reconocer la ausencia de gobernabilidad y la falta de atención a un tema tan delicado para la salud de toda la comunidad. Además, existe desconocimiento por ambas partes (farmaceuta y consumidores) en cuanto a los efectos secundarios y complicaciones que se pueden presentar por el uso indiscriminado y la autoprescripción de muchos fármacos que se venden libremente. También considero que se debe controlar el uso de antibióticos para evitar los daños colaterales”.
La exsecretaria Distrital de Salud de Mompox y especialista en gestión de la promoción y prevención en salud, Carmen Estela Toscano Cantillo, explica cuáles son las funciones que debe ejercer la Secretaría de Salud Distrital del municipio con respecto a la automedicación: “Deben vigilar, controlar y verificar que las instituciones de salud, sus droguerías y EPS cumplan con las normas establecidas, además esto se trabaja conjuntamente con la alcaldía”.
A pesar de esto, al consultarle a la Secretaría Distrital de Salud de Mompox cuál es el trabajo que está realizando la administración municipal para controlar la venta de medicamentos que necesitan prescripción médica y educar a la población acerca de los riesgos de automedicarse, su respuesta fue concisa: “no hay nadie que realice esas actividades”; es decir, actualmente en el municipio no hay control por parte de esta autoridad de salud sobre el consumo de medicamentos.
Finalmente, se evidencia la falta de un seguimiento riguroso con respecto a la venta de fármacos que necesitan prescripción médica por parte de la Secretaría de Salud, igualmente es necesario educar a los habitantes y farmaceutas de Mompox sobre las consecuencias que estos medicamentos pueden traer a la salud, para que las personas puedan identificar con facilidad cuáles son de venta libre y cuáles no.
Para ayudar a mitigar este vacío, las jornadas pedagógicas y campañas de prevención son algunas de las soluciones en las que los entes de control (Ministerio de Salud y Protección Social y Secretarías de Salud) y la comunidad deben trabajar mancomunadamente, además de hacer propicio el sistema de salud con el fin que haya una atención oportuna porque definitivamente siempre será mejor la prevención.
[1] El nombre fue cambiado por solicitud de la fuente.
[2] El nombre fue cambiado por solicitud de la fuente.
*Esta historia fue elaborada por Silvana Julieth Pontón Arias y Tatiana Elizabeth García Benavides en el marco del Curso de periodismo científico Vientos Alisios, conocimiento colectivo, un proceso de formación que permitió un primer acercamiento al periodismo científico para periodistas, comunicadores y comunicadoras de medios locales en Ecuador, Colombia y Perú.
Vientos alisios es un proyecto de DW Akademie financiado por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo en el marco de la iniciativa “Transparencia y libertad de los medios de comunicación – Resiliencia ante la crisis en la pandemia mundial”. Vientos Alisios se realiza con el apoyo de la Alianza Ríos Voladores.
Esta historia también está disponible en el sitio web de Vientos Alisios www.vientosalisios.net
Redacción:
Silvana Julieth Pontón Arias, Tatiana Elizabeth García Benavides.
Fuente: Vientos Alisios