Una triste noticia tiene en alerta a las autoridades de salud en Bogotá. Un bebé de tan solo tres meses falleció en la localidad de Suba a causa de la tosferina, una enfermedad respiratoria que puede ser mortal en menores de edad. Este caso se suma a otros recientes y ha encendido las alarmas frente a la urgencia de reforzar medidas de prevención y vacunación.
La Secretaría de Salud hizo un llamado urgente, especialmente a las madres gestantes, para que completen su esquema de vacunación durante el embarazo. La tosferina puede prevenirse, y proteger al bebé desde el vientre es una de las mejores estrategias para evitar complicaciones. Los bebés, al no tener defensas desarrolladas, son la población más vulnerable.
Hasta la fecha, en lo que va del año 2025, se han reportado 1.106 casos probables de tosferina, y de estos, 163 han sido confirmados. La mayoría han afectado a niños menores de 5 años, pero también hay casos en adolescentes y adultos. Tres muertes más por esta enfermedad ocurrieron en la localidad de Usme: dos bebés menores de dos meses y uno de 11 meses.
Uno de los principales factores que está dificultando la atención oportuna es la alta ocupación hospitalaria, sumada a la demora de muchos padres para llevar a sus hijos a urgencias. Las autoridades insisten en no subestimar síntomas como la tos persistente, el cansancio extremo, la dificultad para respirar o alimentarse, y el hundimiento de las costillas al respirar.
Como medida preventiva, se recordó que las mujeres embarazadas deben aplicarse la vacuna contra la tosferina desde la semana 20 de gestación. Este biológico no solo protege a la madre, sino que transmite anticuerpos al bebé, dándole protección durante sus primeros meses de vida, cuando aún no puede recibir la vacuna directamente.
Desde la Alcaldía Mayor y la Secretaría de Salud se están reforzando las campañas de información y vacunación, pero la cooperación ciudadana es fundamental. Veci, si estás embarazada o conoces a alguien que lo esté, comparte esta información. Prevenir está en nuestras manos, y puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de un niño.
