Según información de la ONU 736 millones de mujeres, casi una de cada tres han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja. Todas y todos podemos aportar para que estos casos no sean naturalizados, que podamos actuar oportunamente desde diferentes sectores y asumir el compromiso de ser una red de apoyo para las mujeres víctimas de violencias. En ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’ existe la Ruta Única de Atención a mujeres víctimas de violencias y en riesgo de feminicidio (RUA).
La ONU señala que hay una serie de factores a nivel individual, relacional, comunitario y social (incluyendo los niveles institucionales y estatales) que se entrelazan para disminuir el riesgo de que mujeres y niñas experimenten violencia.
Algunos de esos factores son:
1. Formación: El acceso a la educación brinda a las mujeres más oportunidades en el ámbito laboral y fomenta su independencia económica. Al capacitarse, pueden mejorar su situación personal y tomar decisiones más informadas sobre sus vidas.
2. Independencia económica: Disponer de ingresos propios es crucial para que las mujeres puedan mantenerse a sí mismas y a sus hijos e hijas. Esto les otorga la confianza necesaria para alejarse de relaciones abusivas. Además, el ámbito laboral les permite ampliar su red de apoyo.
3. Sistemas de apoyo: Las redes de apoyo son esenciales en la lucha contra la violencia de género. Estos vínculos solidarios ofrecen confianza, protección y ayuda, lo que puede incentivar a las mujeres a dejar situaciones violentas y a reportar los abusos sufridos.
4. Acceso a la tecnología: La tecnología se ha vuelto una herramienta valiosa que permite a las mujeres obtener rápidamente información sobre diversas formas de violencia y las leyes que las cobijan. También facilita el contacto con servicios de información, orientación y atención mediante aplicaciones como WhatsApp, páginas web y redes sociales.
5. Orientación adecuada: Proporcionar información clara sobre los derechos de las mujeres y las opciones legales disponibles es fundamental. Ofrecer apoyo psicológico y orientación sobre dónde acudir en momentos difíciles puede ser determinante para interrumpir el ciclo de la violencia y prevenir su repetición.
Implementar estos cinco enfoques en programas y servicios para las mujeres no solo contribuye a prevenir la violencia hacia ellas, sino que aporta a la garantía de derechos de ellas como ciudadanas plenas. Además, informarnos y saber a dónde acudir cuando se presenta un caso es el aporte que todas y todos podemos hacer para que la sociedad deje de naturalizar hechos donde una mujer está en riesgo por su condición de mujer.
La educación, la independencia económica, el apoyo social, el acceso tecnológico y los servicios de orientación son pilares fundamentales para empoderar a las mujeres y asegurar su bienestar. La Secretaría de la Mujer de Bogotá (SDMujer) de Bogotá trabaja en cada una de estas estrategias en sus programas y servicios en las 20 Casas de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres CIOM, en las 23 Manzanas del Cuidado de Bogotá y en la Casa de Todas, donde las mujeres pueden acceder a procesos de formación y capacitación para el trabajo y diversas actividades que les permiten desarrollarse tanto profesional como personalmente para prevenir que caigan en ciclos de violencias.
Fuente: Oficina de Prensa Alcaldía Mayor de Bogotá
