Un nuevo caso de inseguridad tiene preocupados a los habitantes de la localidad de Suba. En las últimas horas, un estudiante menor de edad fue víctima de un asalto con arma blanca en el barrio San Pedro de Tibabuyes. El joven fue abordado por varios desconocidos mientras se encontraba en un espacio público, quienes lo amenazaron con cuchillos y lo despojaron de sus pertenencias.
Los hechos ocurrieron específicamente en la Carrera 148A con Calle 138F, un sector residencial cercano al colegio van Leeuwenhoek. Según testigos, el estudiante se dirigía a su casa cuando fue interceptado por los delincuentes. El ataque fue rápido y dejó al joven en estado de shock, aunque por fortuna no sufrió heridas físicas.
La identidad del menor se mantiene bajo reserva por motivos de seguridad, pero su caso ha encendido las alarmas entre los padres de familia y la comunidad educativa de la zona. Muchos consideran que no se están tomando las medidas necesarias para proteger a los estudiantes, especialmente en horarios de entrada y salida de clase.
Vecinos del sector han manifestado su preocupación por el incremento de hechos delictivos en los alrededores del barrio San Pedro de Tibabuyes. Aseguran que los robos son cada vez más frecuentes y violentos, y que hace falta mayor presencia policial para disuadir a los delincuentes. Algunos padres han optado por acompañar personalmente a sus hijos al colegio como medida preventiva.
Frente a la situación, la comunidad hace un llamado urgente a las autoridades locales para reforzar la seguridad en la zona. Piden más patrullajes, cámaras de vigilancia y estrategias comunitarias que permitan identificar y frenar estos hechos antes de que terminen en tragedia. También solicitan espacios de diálogo con la policía y la alcaldía local para construir soluciones conjuntas.
Mientras tanto, el joven afectado se recupera del susto en compañía de su familia, quienes agradecen que no haya resultado herido, pero exigen justicia. Este lamentable hecho vuelve a poner sobre la mesa la inseguridad que se vive en algunos sectores de Bogotá y la necesidad de proteger a los más vulnerables: los niños y jóvenes que transitan diariamente por las calles de su propio barrio. ¿Qué más se puede hacer para recuperar la tranquilidad?
