Los habitantes del barrio Bilbao despiden en las próximas horas con profundo pesar a Álvaro Vargas Quitián, un destacado líder comunitario que dedicó más de tres décadas a impulsar el desarrollo de su sector. Álvaro falleció el pasado miércoles 1 de enero en el municipio de Mesitas del Colegio, Cundinamarca, donde residía junto a su esposa, Isabel Rincón Romero.
Don Álvaro, quien habitó el sector por más de 30 años, fue un incansable líder comunitario y uno de los primeros residentes del barrio. Su legado trasciende más allá de su hogar, pues fue el fundador de una de las primeras tiendas del sector, donde los vecinos se reunían para compartir y adquirir productos básicos. Además, su liderazgo como representante de la cuadra de la calle 142 contribuyó al progreso de la zona y al fortalecimiento del tejido social.
Homenaje y legado
La emisora local Suba Alternativa destacó su papel como líder social y envió un mensaje de solidaridad a su familia. “Su legado vivirá por siempre en nuestros corazones. Fue un ejemplo de trabajo comunitario y dedicación al bienestar colectivo”, señalaron en su comunicado.
La despedida de Álvaro Vargas no solo deja un vacío en su familia, integrada por su esposa Isabel y sus hijos Reinel, Maribel, Yamile y Cristian, sino también en la comunidad, que siempre lo recordará con cariño y gratitud. Reciben nuestras más sentidas condolencias.
Último adiós
La familia de Álvaro Vargas agradeció las manifestaciones de apoyo recibidas y anunció que la velación se llevará a cabo el viernes 3 de enero de 2025, a partir de las 11:00 a. m., en la Casa Funeraria del Norte, ubicada en la calle 136 No. 17A-85, sala No. 1. Las exequias se realizarán el sábado 4 de enero de 2025, a las 11:00 a. m., en la iglesia San Manuel Morales (calle 141 No. 7B-58). La cremación será en el complejo crematorio Capillas de la Fe en una ceremonia privada.
Álvaro Vargas Quitián se une a Hernando Campos y José Alcibíades Castiblanco, otros pioneros del barrio Bilbao que también fallecieron en 2024, dejando un legado imborrable en la historia de la comunidad.
Desde Bilbao, sus vecinos lo recordarán siempre como un hombre ejemplar, solidario y comprometido con su gente. Su partida marca el fin de una era, pero su memoria seguirá viva en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.
Más de 30 años vivió en esta casa con su familia.
