El Papa Francisco ha fallecido hoy lunes a las 7:35 de la mañana hora en Roma a la edad de 88 años, según confirmó el Vaticano. Su muerte se produce tras una prolongada lucha contra complicaciones respiratorias que lo habían mantenido hospitalizado en el Hospital Universitario Gemelli en Roma.
El Pontífice, quien había sido dado de alta recientemente y recibido al vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, sucumbió ante el agravamiento de su infección respiratoria, una afección que lo aquejaba desde hace varias semanas.
El Papa Francisco, cuyo nombre secular era Jorge Mario Bergoglio, será recordado por su enfoque pastoral centrado en la austeridad, su profunda conexión con Latinoamérica y sus esfuerzos por reformar la Iglesia Católica, iniciativas que generaron tanto elogios como controversias.
Un Pontificado de Reformas y Cercanía
El fallecimiento del Papa Francisco marca el fin de un pontificado caracterizado por reformas significativas, una notable cercanía con los fieles y una postura progresista en diversos temas. Durante los últimos años, su salud había sido motivo de preocupación, especialmente debido a problemas respiratorios que lo obligaron a reducir su agenda.
Detalles de la Enfermedad
Aunque el Vaticano aún no ha emitido un comunicado oficial sobre la causa exacta de su muerte, se sabe que el Papa Francisco había estado lidiando con una serie de crisis respiratorias. Fuentes cercanas al Vaticano y al hospital Agostino Gemelli, donde fue internado el 14 de febrero y permaneció por más de un mes, indicaron que su estado había sido «crítico» en varias ocasiones.
Se atribuye el deterioro de su salud a una «crisis respiratoria asmática» que lo obligó a suspender la misa del Ángelus durante un período prolongado. Los problemas respiratorios del Papa Francisco se remontan a su juventud, cuando a los 21 años se le extirpó el lóbulo superior de uno de sus pulmones debido a brotes de neumonía.
Próximos Pasos
La Iglesia Católica se prepara ahora para un período de luto y la elección de un nuevo Papa que será aproximadamente 15 días. Se espera que el proceso de selección del sucesor de Francisco, conocido como cónclave, sea largo y complejo. El mundo observa con atención los acontecimientos en el Vaticano mientras se inicia esta transición histórica.
