Este 19 de mayo falleció en Bogotá Elí Mendoza, más conocido como ‘Martín Sombra’, una de las figuras más sombrías del conflicto armado colombiano. El exguerrillero murió en el Hospital El Tunal, donde permanecía internado desde hace unos días. Las causas de su muerte aún no han sido confirmadas por las autoridades médicas.
Mendoza fue señalado durante años como el principal carcelero de las Farc, encargado de custodiar a secuestrados de alto perfil como Íngrid Betancourt, Clara Rojas y varios militares y policías. Su papel dentro de la guerrilla lo convirtió en una figura temida por quienes vivieron el horror del secuestro en la selva colombiana.
A pesar de su pasado, en los últimos años ‘Martín Sombra’ había comparecido ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), entregando información sobre la forma en que operaba la estructura de secuestros de las Farc. Aunque estaba en libertad por vencimiento de términos, aún estaba vinculado a procesos judiciales.
Durante sus audiencias, relató cómo funcionaban los llamados “campos de prisioneros” en medio de la selva, y los estrictos controles que ejercía sobre los secuestrados. Muchos de esos testimonios han sido clave para reconstruir lo que ocurrió con cientos de víctimas que aún buscan justicia y verdad.
Elí Mendoza operó bajo las órdenes directas de jefes históricos como ‘Manuel Marulanda’ (Tirofijo) y ‘el Mono Jojoy’. Para algunos de sus antiguos compañeros de filas, era una figura disciplinada; para las víctimas, un símbolo del dolor que marcó a toda una generación.
Con su muerte se cierra un capítulo más del largo conflicto armado colombiano, aunque las heridas que dejó no sanan tan fácil. Muchos familiares de secuestrados aún esperan respuestas completas sobre lo que vivieron sus seres queridos. La historia de ‘Martín Sombra’ es recordatorio de la crueldad de la guerra y del largo camino hacia la reconciliación.
