Durante octubre, mes de los niños, el fenómeno de las ‘chiquitecas’ ilegales pone en alerta a las autoridades

Durante octubre, mes de los niños, el fenómeno de las ‘chiquitecas’ ilegales pone en alerta a las autoridades, este año, han sido sorprendidos más de 1.000 menores infringiendo la norma.

Llamando a la línea de emergencias 123, la ciudadanía puede ayudar con información sobre lugar y hora donde se adelantarán los encuentros clandestinos.

Las fiestas para menores de edad, en las que se distribuyen bebidas embriagantes y sustancias psicoactivas, no son un juego.

La Alcaldía Mayor y la Policía Metropolitana de Bogotá vienen adelantando, desde la llegada del alcalde Enrique Peñalosa al Palacio Liévano, operativos para proteger a niñas, niños y adolescentes, quienes en este espacio se exponen a desarrollar actividades que no son aptas para su edad y que afectan negativamente su adecuado desarrollo físico y mental.

“La Administración Distrital ha hecho un seguimiento especial al fenómeno de las denominadas ‘chiquitecas’ ilegales. Son fiestas en las que los menores están expuestos a una serie de situaciones, como acceso al consumo de licor y drogas, riñas y presencia de armas blancas, entre otros elementos, que ponen en riesgo su salud e integridad”, explicó el subsecretario de Gestión Local de la Secretaría de Gobierno, Iván Casas.

Los encuentros, supuestamente pensados para menores entre los 12 y los 17 años, se hacen en garajes, salones comunales, salones de eventos e, incluso, en casas de familia. En estos sitios, las autoridades han encontrado licor, marihuana, dick, cocaína, entre otras sustancias, así como armas cortopunzantes y de fuego.

Ante este panorama, la Administración, a través de la Secretaría de Gobierno, adelanta una campaña para proteger a los menores y evitar que se sigan organizando estos encuentros clandestinos.

Con la pregunta ¿Sabe dónde se divierten sus hijos?, el Distrito le hace un llamado a los padres para que estén pendientes de los lugares que ellos frecuentan. Además, las imágenes de las piezas, que se difunden mediante los diferentes canales de comunicación, evidencian los riesgos a los que estos se exponen.

Durante las fiestas ilegales, las autoridades han detectado un especial riesgo de las niñas y adolescentes a ser víctimas de agresión de tipo sexual. En algunos de los encuentros, se practican ‘apagones’, es decir algunos minutos en los que –con la luz apagada- se hacen tocamientos entre ellos.

Entre 2016 y lo corrido 2018, se han detectado e intervenido 28 chiquitecas ilegales en las diferentes localidades de Bogotá y más de 1.000 niños han sido sorprendidos participando en estos encuentros clandestinos.

By Wilson Castiblanco

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