Residentes de las urbanizaciones La Estrellita, Paseo los Pórticos, Cafam 2 y Villa Comfenalco, en la localidad de Suba, denuncian una alarmante ola de inseguridad y problemas de convivencia causados por la creciente presencia de habitantes de calle. Los afectados reportan desde robos y agresiones hasta intimidación y actos de exhibicionismo, generando un clima de temor y desasosiego en la comunidad.
La preocupación se extendió a otros barrios aledaños, como el parque de la Virgen en Nogales de Tibabuyes, donde la situación no es diferente. Una denuncia anónima llevó a la emisora local Suba Alternativa a visitar el lugar y corroborar las graves afirmaciones de los residentes.
Problemas de Seguridad y Convivencia
Los habitantes de estas zonas describen un panorama desolador. Relatan que los habitantes de calle suelen pernoctar en las fachadas de casas y negocios, dejando a su paso grandes cantidades de basura y desechos, lo que dificulta el tránsito y la operatividad de los establecimientos.
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“Ellos se acuestan ahí, dejando todos los días el andén totalmente en un completo desastre, haciendo sus necesidades ahí y todo. Si uno les dice algo, se ponen bravos, y muchas veces le sacan a uno hasta cuchillo”, expresó una vecina que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias.
La situación ha escalado a intentos de robo. El dueño de un negocio relató un incidente reciente: “Hace unos días un señor nos avisó de que había unos tipos aquí acostados, durmiendo, pero estaban era metiendo llaves, a ver si podían abrir los locales, me metieron la llave en la chapa, la rompieron, y ahí quedó pegada”. En el parque de la Virgen, una líder comunitaria denunció que los habitantes de calle construyen cambuches en andenes y el parque, y luego salen a robar.
Exhibicionismo, Acoso y Amenazas
La situación va más allá de la inseguridad y la higiene. Varios vecinos informaron sobre actos íntimos y exhibicionismo en plena vía pública. “Ellos llegan e invaden las puertas de las casas ajenas, uno no puede salir a veces y tiene que llamar a la Policía para que los retiren. A veces, hay unos que llegan y muestran sus partes genitales, y empiezan ahí a hacer cosas”, contó un residente.
La agresividad verbal es también una constante. “Algunos establecimientos de estos barrios y urbanizaciones han roto los vidrios, se asoman, comienzan a pedir y, como la gente no le da ni les quiere colaborar, comienzan a insultarnos a palabra, amenazarnos, que nos van a hacer de todo, cuando salgamos a la calle”, relató una trabajadora de un negocio local.
Inconformidad con la Respuesta de las Autoridades
A pesar de las constantes llamadas y denuncias a las autoridades, los vecinos afirman que la ayuda de la policía, de la secretaria de la mujer y la alcaldía local es ineficaz y llega tarde. “Es una pérdida de tiempo llamar la Policía, llegan acá a la hora, hora y media, entonces para qué, eso es una pérdida de tiempo con ellos, yo me siento muy inseguro por acá”, comentó el dueño de un negocio.
La frustración es palpable entre la comunidad. “Más demoran en echarlos, que ellos regresando otra vez, la demora es que no haya Policía y aparecen por ahí a molestar, y acá dejan todo vuelto nada, acá nos toca todos los días barrer porque ellos nos dejan todo tirado, hasta el popó de ellos nos dejan allá“, concluyó una vecina, reflejando la desesperación de un sector que se siente abandonado por las instituciones.
La comunidad de Suba exige una respuesta contundente y efectiva por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y la tranquilidad de sus habitantes.
