Después de 17 días sin poder movilizarse libremente, los trabajadores y colaboradores de Enel Colombia pudieron salir de la Central Hidroeléctrica El Guavio para retornar a sus hogares. En su reemplazo, ingresó un nuevo grupo de trabajo conformado por nueve personas que, tras más de 12 horas de recorrido entre carreteras y largas esperas para poder concertar el paso por las zonas de bloqueo, logró llegar a la Central para hacer el relevo de la operación en la caverna de máquinas y el edificio de control.
El relevo del personal se logró hacia la 1:45 a.m. bajo una rigurosa logística, luego de que la comunidad aceptara el paso de nueve trabajadores por varios puntos de bloqueo. El nuevo grupo de trabajo cuenta con personas que, pese a las adversas condiciones para su movilidad, persistieron para lograr ingresar a la Central y mantener, en lo posible, su operación.
Si bien el cambio de turno fue posible, ello no representa una solución definitiva ni de fondo a la difícil situación por la que hoy atraviesa la Central Hidroeléctrica El Guavio, en donde tampoco se ha podido realizar el mantenimiento preventivo necesario para garantizar la confiabilidad de la central hidroeléctrica más grande del país; una situación que imposibilita realizar los planes de inversión y mantenimiento programados en las unidades de generación, necesarios para garantizar la confiabilidad en la operación y por ende la seguridad del Sistema Eléctrico Nacional.
“Desde Enel Colombia celebramos que nuestros trabajadores y colaboradores puedan regresar a casa después de 17 días de trabajo ininterrumpido. Aunque aún no se ha declarado la finalización del bloqueo, esperamos que las autoridades competentes aseguren, a partir de hoy, el restablecimiento del orden público y el derecho a la libre locomoción de todo el personal que labora para la Central Hidroeléctrica El Guavio. Es necesario poder contar con las condiciones que nos permitan garantizar el cambio de turno permanente, la operación y el mantenimiento de las máquinas, así como la seguridad y confiabilidad eléctrica del Sistema Interconectado Nacional (SIN)”, aseguró Eugenio Calderón, gerente de Enel Green Power & Thermal Generation de Colombia y Centroamérica.
El Directivo también agradeció a los operarios por su esfuerzo permanente, afirmando que “han sido días muy retadores física y emocionalmente para nuestro personal y sus familias. Hoy quiero extenderles mi más profundo agradecimiento por todo su trabajo y compromiso. Ellos hicieron posible mantener la operación de la central hidroeléctrica más grande del país en medio de estas manifestaciones”.
Cabe destacar que las manifestaciones por parte de los miembros de la comunidad de Ubalá han estado sustentadas en la insatisfacción frente al estado de las vías en los tramos comprendidos entre Mámbita-San Pedro de Jagua y Puente Guavio-Santa María, una labor que legalmente está a cargo de las gobernaciones departamentales de Boyacá y Cundinamarca. A pesar de ello, la Compañía es consciente de la contribución que puede realizar para apalancar el desarrollo del territorio, “por lo cual permanentemente apoyamos de forma voluntaria y proactiva, el mantenimiento y habilitación de las vías con horas hombre, maquinaria, materiales y combustible. Tan solo en lo corrido de 2022 hemos ejecutado más de 70 acciones enfocadas en arreglos correctivos sobre vías, retiro de árboles y derrumbes, cargues y traslados de material, y limpieza y recuperación de alcantarillas. Al finalizar el año, habremos invertido cerca de $1.000 millones de pesos en esta gestión, además de los recursos que hemos propuesta aportar a través de un convenio que le planteamos al Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca (ICCU) desde hace cinco meses”, agregó Calderón.
Afectaciones a la prestación del servicio de energía
Las manifestaciones en el municipio de Ubalá también han impactado directamente la prestación del servicio de energía en las veredas San Antonio y Maduro, y la inspección San Pedro de Jagua. El equipo técnico ha tenido que hacer caminatas por cerros y zonas peligrosas para poder llegar a las redes eléctricas y atender las fallas imprevistas que se presentan. Bajo esta condición, en la que no ha sido posible tener una libre movilidad vehicular, ha conllevado a un incremento del 300% en los tiempos de atención de las intermitencias, pasando de 5 horas a más de 15 y en algunos casos a más de 36.
Adicionalmente, la Compañía no ha podido realizar las labores de mantenimiento preventivo en la zona, impidiendo la materialización de una inversión superior a los $1.200 millones de pesos. Tampoco ha podido trabajar, desde hace dos semanas, en el proyecto de renovación de la Subestación Mámbita; un proyecto clave para mejorar la calidad del servicio de la zona, que contempla la construcción de ocho nuevos circuitos.
“Esto demuestra que las manifestaciones en curso no solo afectan a la Compañía y a nuestro equipo de trabajo, sino también a la misma comunidad y al sistema eléctrico colombiano. Desde Enel Colombia seguiremos haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para continuar garantizando la generación y distribución de energía”, puntualizó Calderón.
Fuente: Enel Colombia