A pocos metros del río y en medio de un corredor verde que alguna vez fue ejemplo de recuperación ambiental, hoy se levanta un panorama desolador. El paradero del SITP en la zona muestra una cara triste: montañas de basura, muebles viejos, escombros y desechos sin control se amontonan junto a los buses azules, como si el lugar hubiera sido olvidado por completo por las autoridades.
“Señor periodista, mire cómo me tienen esto”, reclama con indignación una habitante del sector. La denuncia no solo apunta a la falta de limpieza, sino al abandono generalizado por parte del Distrito. La imagen es clara: un camión cargado de residuos, varios vehículos del SITP estacionados entre la mugre, y ningún operativo de limpieza o vigilancia en curso.
Los vecinos afirman que ni la Alcaldía ni los gerentes de la empresa «Soluciones» han actuado, a pesar de múltiples reportes. “De ahí para arriba hay otro mierdero de basura”, dicen, señalando que el problema no es aislado, sino parte de una cadena de negligencias que se extiende a lo largo del sector, incluyendo la ronda del río que, según ellos, ya había sido recuperada en el pasado por el entonces edil Julián.
El contraste es impactante: buses que deberían ser símbolo de movilidad limpia y eficiente, abandonados entre la basura como si fueran parte del problema. El video muestra claramente la falta de gestión, con bolsas rotas, desperdicios regados por el suelo, y la ausencia total de funcionarios públicos o trabajadores de aseo.
La comunidad pide que se repita lo que se hizo en administraciones anteriores, cuando se recuperaron espacios similares. Quieren ver acciones concretas: operativos de limpieza, presencia institucional y una intervención seria que les devuelva un entorno digno. “Queremos soluciones, no excusas”, dicen entre la frustración y la esperanza de ser escuchados.
Por ahora, lo único que crece es el basurero. Cada día que pasa sin intervención agrava el problema, afecta la salud pública y convierte un espacio que debería ser de paso y seguridad en un foco de contaminación y abandono. Mientras tanto, la pregunta sigue en el aire: ¿cuándo responderá el alcalde?
