El sismo del pasado 8 de junio sigue dejando un panorama desolador en varios municipios del oriente de Cundinamarca. De acuerdo con el gobernador Jorge Rey, el 80 % del centro poblado Santa Cecilia, en Paratebueno, quedó prácticamente destruido. Allí, de 200 viviendas evaluadas, 88 deben ser demolidas y solo 29 están en buen estado.
La situación no es mejor en los sectores de Nuevo Horizonte, Japón y Europa, también ubicados en Paratebueno, donde se han reportado daños estructurales severos. En el municipio vecino de Medina, el centro poblado Santa Teresa también presenta afectaciones críticas. En total, más de 1.400 personas quedaron sin techo tras el movimiento telúrico.
Como respuesta inicial, la Gobernación ha comenzado el censo de damnificados, paso clave para activar la entrega de subsidios de arriendo y otras ayudas. El gobernador anunció además que volverá esta semana a la zona afectada junto al director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, Carlos Carrillo, con el fin de coordinar acciones conjuntas entre la nación, el departamento y los municipios.
Las pérdidas en infraestructura educativa también son preocupantes. Solo en Paratebueno, 13 instituciones educativas resultaron afectadas, de las cuales 6 deberán ser demolidas. En Medina, 11 colegios están comprometidos y 6 de ellos fueron destruidos completamente. Ante esto, se adelantaron las vacaciones y se implementará una modalidad educativa flexible para no suspender clases por completo.
La comunidad ha respondido con fortaleza, pero la necesidad de apoyo es urgente. “Estamos acompañando integralmente a estas comunidades que lo han perdido todo”, aseguró Rey. Añadió que el trabajo de diagnóstico continúa y que ya se está construyendo un plan de reconstrucción para atender lo antes posible a los más afectados.
Mientras se avanza en el levantamiento del censo y el diseño de las soluciones definitivas, los organismos de socorro y las autoridades locales siguen desplegados en el terreno, atendiendo emergencias y apoyando a las familias. Lo cierto es que la recuperación de estos centros poblados será una tarea de largo aliento, que requiere del esfuerzo conjunto de todos los niveles del Estado.
