Tras varias horas de tensión, la Policía Metropolitana de Bogotá confirmó el rescate de Lenis Martínez, escribiente nominada de la Secretaría Judicial de la Corporación, quien fue secuestrada la mañana del lunes 20 de enero en su vivienda en la localidad de Kennedy. Según las autoridades, el principal sospechoso del hecho es su expareja sentimental, quien habría actuado con la complicidad de otros dos hombres.
El operativo de rescate, liderado por el Grupo Antisecuestro y Antiextorsión (Gaula) y las direcciones de Antisecuestro y Protección de la Policía Nacional, permitió la liberación de Martínez y la captura de los presuntos responsables, incluido su expareja.
El coronel William Lara, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Bogotá, destacó la rapidez de la acción policial y reiteró el compromiso de la institución para proteger a las víctimas de violencia. «Este caso refleja la importancia de actuar con celeridad en situaciones de alto riesgo», señaló.

Por su parte, el presidente de la Alta Corte expresó su preocupación por el secuestro de una funcionaria judicial y aseguró que se mantuvo en constante comunicación con la familia de Martínez, brindando apoyo durante el operativo. Además, hizo un llamado a garantizar la seguridad de los servidores judiciales en todo el país.
“La Corte Disciplinaria reitera la urgente necesidad de proteger la independencia de la Rama Judicial y la vida de cada uno de sus servidores en todo el país”, señaló en un comunicado oficial.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, felicitó a la Policía Nacional y a los organismos de seguridad por el éxito en el rescate. Asimismo, Lina Martínez, hermana de la víctima, denunció la falta de respuesta de las autoridades ante las reiteradas amenazas de la expareja de Lenis, quien ya tenía una medida de alejamiento que no fue cumplida.
“Él nunca respetó la medida y cada vez que se acercaba llamábamos a la policía, pero nunca llegaban a tiempo”, afirmó Lina, quien hizo un llamado a las autoridades para garantizar la seguridad de su hermana y su familia.
El caso pone en evidencia la urgente necesidad de reforzar las medidas de protección para las víctimas de violencia intrafamiliar y garantizar que las órdenes judiciales sean efectivas en prevenir tragedias.