Señores comisarios /as, ¿ustedes qué?

Señores comisarios/as, ¿ustedes qué?

Las comisaríos /as de familia, instituciones clave en la protección de los derechos de las víctimas de violencia intrafamiliar, se encuentran en el centro de fuertes críticas por parte de la Fundación Alba Lucía Sotomayor. La Directora e Inspectora de Derechos Humanos de la fundación, Alba Lucía Sotomayor, ha señalado que estas entidades, en lugar de cumplir su función protectora, están fallando en su misión de brindar el apoyo necesario a las víctimas, especialmente a mujeres y niños.

Según la fundación, muchas comisarías de familia presentan graves deficiencias en su funcionamiento, no solo por la falta de recursos y capacitación, sino también por la ineficiencia en la atención de casos de violencia intrafamiliar. «La situación es alarmante, ya que muchas veces las víctimas no reciben la protección que necesitan ni en el tiempo adecuado», afirma Alba Lucía. Las críticas apuntan a que la falta de personal capacitado, sumada a la escasa coordinación entre los organismos responsables, afecta seriamente la respuesta ante situaciones de violencia.

Otro de los puntos que la Fundación Alba Lucía Sotomayor pone sobre la mesa es la falta de compromiso de los funcionarios de las comisarías, quienes, según denuncian, no siempre priorizan la resolución de los casos más urgentes. La fundación ha recibido constantes denuncias de ciudadanos que expresan su frustración al no obtener respuestas rápidas y efectivas en contra de los comisarios. «No es raro escuchar de personas que han tenido que esperar largos periodos para recibir la atención necesaria o que no encuentran en las comisarías el apoyo que buscan», comenta Sotomayor, quien subraya que la atención que las víctimas de violencia intrafamiliar reciben debe ser inmediata y adecuada.

El contexto político también se ha mencionado como un factor que influye negativamente en el funcionamiento de las comisarías de familia. Si bien no se trata de una acusación directa, la fundación ha observado que, en algunos casos, los puestos en estas entidades parecen ocuparlos personas que no siempre tienen la experiencia o la vocación para cumplir con su labor. Esto ha generado desconfianza entre la comunidad, que ya empieza a cuestionar si las comisarías están orientadas a servir a las víctimas o a responder a intereses ajenos al bienestar de la población.

La Fundación Alba Lucía Sotomayor hace un llamado a las autoridades para que se tomen medidas urgentes con respecto a la situación de las comisarías de familia. “Es fundamental que se reevalúe cómo se están gestionando estos recursos y qué cambios se pueden implementar para garantizar que las víctimas realmente reciban el apoyo que merecen”, afirma Sotomayor. La falta de efectividad de estas instituciones no solo es un problema administrativo, sino una amenaza directa a la seguridad y bienestar de quienes más lo necesitan.

El trabajo de la fundación se centra, entre otras cosas, en visibilizar las falencias del sistema y en generar conciencia sobre la necesidad de un cambio en la forma en que se manejan estos casos. “Nuestro objetivo es seguir luchando por un sistema más justo, que no deje a nadie atrás. La protección de los derechos humanos es la base de una sociedad que realmente respete a todos sus miembros”, concluye Sotomayor.

Señores comisarios /as, ¿ustedes qué?. Comisarios

By Yenifer Ardila

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