En un movimiento trascendental para la resiliencia climática de Colombia, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y el Fondo Adaptación han formalizado un convenio interadministrativo. Este acuerdo, que une fuerzas técnicas, administrativas, financieras y jurídicas, está específicamente diseñado para la Mojana. Pues es una de las regiones más vulnerables del país ante los embates del cambio climático. El objetivo es claro: proteger la vida de miles de familias vulnerables y encaminar la región hacia una recuperación ambiental sin precedentes.

Liderado por Carlos Carrillo, director de la UNGRD, este convenio representa un hito en la gestión integral del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático en Colombia. La iniciativa no solo busca mitigar los impactos actuales, sino también identificar, formular e implementar soluciones estructurales, sostenibles y permanentes. Esto se hará con un enfoque territorial profundo en la Mojana. Un componente central de este plan es la recuperación post-desastre y la restauración ambiental, aspectos cruciales para devolver la vitalidad a un ecosistema severamente afectado.
Una Alianza Estratégica con Inversión Millonaria
La formalización de este convenio no es solo un acuerdo de buenas intenciones. Permite la celebración de contratos específicos con un sólido respaldo financiero y técnico de ambas entidades. En este sentido, el Fondo Adaptación ya ha asignado un presupuesto significativo de $1.12 billones para invertir directamente en la región. Esta inyección de recursos subraya la magnitud y la seriedad del compromiso del Gobierno Nacional con la Mojana.
El convenio tiene una vigencia inicial de 24 meses, con la posibilidad de prórroga, lo que asegura una continuidad en las acciones según las necesidades que surjan durante la implementación. Las estrategias priorizadas se alinearán con un enfoque de ordenamiento territorial alrededor del agua. Esto reconoce la vocación hídrica de la región y busca armonizar el desarrollo con la riqueza natural de sus cuerpos de agua. Esta perspectiva está en consonancia directa con el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026. De esta forma, se reafirma el compromiso del gobierno con un modelo de desarrollo más justo y resiliente.
Acciones Concretas para un Futuro Sostenible
El acuerdo entre la UNGRD y el Fondo Adaptación contempla una serie de acciones concretas, diseñadas para abordar los desafíos de la Mojana desde múltiples frentes:
- Restauración de ecosistemas: Se implementarán programas para recuperar la salud de los diversos ecosistemas de la región, esenciales para la biodiversidad y la regulación hídrica.
- Reconexión de caños y ciénagas: Esta acción es vital para restaurar el flujo natural del agua, mejorar la navegabilidad y recuperar la productividad pesquera, base de la economía local.
- Fortalecimiento de infraestructura resiliente: Se construirán y rehabilitarán obras de infraestructura que puedan soportar los embates del clima extremo, como inundaciones y sequías.
- Asistencia técnica a autoridades locales: Se brindará acompañamiento y capacitación a los gobiernos locales para que puedan gestionar eficazmente el riesgo de desastres en sus territorios.
- Participación comunitaria e integración de saberes locales: Se fomentará la participación activa de las comunidades mojaneras en la formulación e implementación de soluciones.
Avances en Campo: La Obra de La Esperanza en Marcha
La promesa de acción ya se está materializando. Actualmente, se encuentra en ejecución la obra de emergencia en el canal de La Esperanza, en San Jacinto del Cauca (Bolívar). Esta intervención crítica está orientada a redirigir el caudal del río Cauca y mitigar el riesgo en puntos históricamente problemáticos. Como Caregato, que ha sido un epicentro de desastres naturales en el pasado. La rapidez con la que se ha puesto en marcha esta obra de emergencia es un indicio de la prioridad que el gobierno le está dando a la situación en la Mojana.
Para garantizar la efectividad y la transparencia en la ejecución del convenio, se ha establecido la creación de un comité operativo de seguimiento y un plan de trabajo articulado. Estos mecanismos asegurarán una coordinación efectiva entre la UNGRD y el Fondo Adaptación, entidades que actuarán como operadores técnicos, logísticos y financieros de los proyectos. Esta doble función garantiza una gestión integral y eficiente de los recursos y las acciones.
“Este convenio nos permite avanzar hacia soluciones estructurales que protejan la vida, restauren los ecosistemas y garanticen condiciones dignas para las comunidades mojaneras. Es un paso clave hacia un modelo de desarrollo más justo, resiliente y sostenible”, afirmó Carlos Carrillo, director de la UNGRD, visiblemente optimista con el alcance del acuerdo.
Esta ambiciosa iniciativa marca el camino hacia un modelo de desarrollo sostenible. Además, esta iniciativa simboliza un paso crucial hacia un futuro más resiliente y equitativo para las comunidades locales.. Este modelo, según los funcionarios, reconoce la vocación hídrica del territorio y respeta los ecosistemas. Sobre todo, prioriza la seguridad y el bienestar de más de medio millón de colombianos que habitan esta subregión vital para el país. Es un mensaje de esperanza y un compromiso tangible para una Mojana que busca levantarse de las aguas y construir un futuro más seguro y próspero.