Los habitantes del barrio Aures Dos, en la localidad de Suba, están cada vez más preocupados por el incremento de la inseguridad en los alrededores del Salón Comunal. Según denuncias de la comunidad, los robos a personas que salen temprano o regresan de trabajar se han vuelto casi diarios.
“Uno ya no puede caminar tranquilo, sobre todo en la mañana o en la noche. A la vuelta del salón comunal se esconden y lo abordan a uno de sorpresa”, cuenta don Álvaro, vecino del sector desde hace más de 20 años. Muchos coinciden en que los ladrones se aprovechan de la poca iluminación y de la escasa presencia policial.
Quienes viven en la zona aseguran que los casos han aumentado en las últimas semanas. Teléfonos celulares, bolsos, billeteras y hasta maletines de trabajo han sido los principales objetivos de los delincuentes. “Mi hija venía del trabajo y la encañonaron para quitarle el bolso. Eso fue a una cuadra del salón”, relató con preocupación una madre de familia.
Además de los robos, los residentes temen que la inseguridad termine afectando las actividades comunitarias que usualmente se realizan en el salón comunal. “Este espacio es muy importante para nosotros, pero la gente ya tiene miedo de venir en la noche”, comentó una líder comunitaria del sector.
Aunque se han hecho llamados a la Policía y a la Alcaldía Local, los vecinos sienten que no ha habido una respuesta contundente. Dicen que hace falta vigilancia constante, patrullajes en horarios clave y, sobre todo, mayor presencia institucional en el barrio para frenar la delincuencia.
Mientras tanto, la comunidad se organiza como puede. Algunos vecinos han formado pequeños grupos de vigilancia vecinal, pero insisten en que no es suficiente. “No queremos hacer justicia por mano propia, solo que nos escuchen y nos cuiden. Tenemos derecho a sentirnos seguros en nuestro propio barrio”, concluyen.
