Vecinos del barrio Telecom Arrayanes, cansados de los motoladrones y la falta de seguridad

Vecinos del barrio Telecom Arrayanes, cansados de los motoladrones y la falta de seguridad

La comunidad del barrio Telecom Arrayanes, en la localidad de Suba, vive con el miedo a flor de piel. En las últimas semanas, los robos se han vuelto cosa de todos los días, especialmente por parte de motoladrones que recorren las calles en busca de celulares y objetos de valor. Los vecinos aseguran que ya no se sienten seguros ni para salir a caminar.

Según varios testimonios, los delincuentes actúan con total descaro: pasan en moto, se acercan a su víctima, arrebatan el celular y huyen a toda velocidad. “A mi hija le robaron el teléfono en la puerta del colegio. Fue cuestión de segundos”, cuenta una madre visiblemente angustiada. Los casos se repiten una y otra vez, casi siempre con el mismo modo de operar.

Lo que más preocupa a la comunidad es la ausencia de una respuesta concreta por parte de las autoridades. “Hemos hecho denuncias, hemos pedido ayuda, pero la policía solo pasa de vez en cuando. No hay patrullajes constantes”, expresó un líder barrial. Muchos residentes sienten que están enfrentando esta ola de inseguridad completamente solos.

Algunos vecinos han optado por no usar el celular en la calle y evitar salir a ciertas horas. Otros, incluso, han dejado de llevar bolsos o mochilas para no llamar la atención. “Vivimos con miedo, y eso no es vida”, dice un joven que fue víctima de robo hace apenas unos días. El temor se ha vuelto parte de la rutina.

La comunidad está pidiendo mayor presencia policial, cámaras de seguridad y campañas preventivas que ayuden a frenar esta situación. También exigen que se tomen en serio sus denuncias. “Nos sentimos abandonados. No pedimos milagros, solo que nos cuiden”, afirmó una vecina durante una pequeña reunión organizada para tratar el tema.

Mientras tanto, la vida en Telecom Arrayanes sigue entre la alerta y la resignación. Los vecinos no quieren acostumbrarse al miedo, pero tampoco ven una salida clara si no hay acciones contundentes por parte de las autoridades. Por ahora, solo les queda cuidarse entre ellos y seguir alzando la voz.

By Yenifer Ardila

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